Es el décimo aumento en el año para las naftas y el gasoil. Responde a la actualización de los impuestos a los combustibles líquidos, que se había postergado en los meses anteriores, y a subas extras aplicadas por las empresas.
En la madrugada del domingo, con el comienzo del mes de diciembre, las petroleras aplicaron un aumento en los precios de los combustibles en un 6% promedio en todo el país. Es el décimo aumento en el año. Según detallaron propietarios de estaciones de servicio, se realizaron ajustes de 6,3% para las naftas y el gasoil en las estaciones de la red de YPF, 6% en el caso de Axion y 6,3% para la marca Shell.
“El aumento se explica principalmente por recuperación de precio de crudo y biocombustibles a productores locales y suba de impuestos. Pero los aumentos de esta noche no revisten el mismo porcentual en todo el país”, indicaron desde la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha).
Los nuevos precios de los surtidores de las estaciones de servicio de YPF en la ciudad de Buenos Aires quedaron en $53,34 el litro de nafta súper; $61,54 el litro de nafta premium; $49,94 para el diesel y $58,44 para el diesel premium.
En el caso de la red Shell, los valores en las estaciones de servicio a partir de este domingo son $53,99 el litro de nafta súper; $62,39 el litro de nafta premium; $51,99 para el diesel y $59,39 para el diesel premium.
Desde comienzo de año hasta ahora —si se comparan los precios de enero y diciembre— la naftas y el gasoil tuvieron un incremento promedio de 43 por ciento.
La semana pasada, comenzó a regir la actualización del impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono que había sido postergada por el Gobierno durante los meses anteriores, aunque el ajuste fue menor al previsto. «Las circunstancias imperantes y la necesaria estabilización de los precios hacen necesario amortiguar el impacto que podría derivarse de las actualizaciones, previendo que los incrementos del impuesto surtan efectos de una manera gradual”, se expresó en el decreto que llevó las firmas del presidente Mauricio Macri; del jefe de Gabinete, Marcos Peña; y del Ministro de Hacienda, Hernán Lacunza.
Por el efecto impositivo, las subas en los precios ya tenían un piso del 2%, pero las compañías, por su parte, aprovecharon para ajustar algo más sus márgenes. Según estimaron, el atraso en los precios oscila entre 10% y 15% pero a casi una semana del cambio de Gobierno no cuentan con margen para aplicarlo todo de una sola vez.
El impuesto a los combustibles se actualiza por trimestre sobre la base de las variaciones de la inflación, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el Indec. Sin embargo, el Gobierno desde mayo de este año lo postergó en varias oportunidades. De acuerdo con el balance de gestión que realizó la Secretaría de Energía, que encabeza Gustavo Lopetegui, desde marzo de 2018 los impuestos a los combustibles sirvieron como “amortiguador” de las variaciones del tipo de cambio. Por esta política, en estos dos años el Estado nacional habrá dejado de recaudar más de $100.000 millones. La brecha en el último trimestre de 2019 significó casi $7.000 millones menos por mes de ingresos.
El aumento más reciente en los combustibles se dio hace dos semanas, el 14 de noviembre, como consecuencia del “descongelamiento” de los precios, que había sido establecido por el Gobierno a mediados de agosto y por 90 días como una de las medidas de alivio económico que fueron aplicadas después de las PASO.