Alimentos y bebidas siguen estando por encima del promedio mensual, que roza el 4%, y se esperan subas en otros rubros.
El mes de marzo llega con sus propias particularidades estacionales e inflacionarias y bien podría incluso, superar la suba de precios registrada en enero y febrero –se estipula una inflación de entre 3,1% y 3,9% para el segundo mes del año–. Sin embargo, dejará de igual forma con su número, cualquiera que éste resulte, bastante chiquito el piso del 10% de previsión que inicialmente fuera proyectado para la inflación del trimestre.
Impiadoso marzo se acerca y, amén de la inercia económica planteada en los primeros dos meses del año, parece venir para sumar su propia tensión inflacionaria a un ya complicado escenario de subas en los precios como el que presentó de arranque el 2022.
A sumar lo suyo a la vorágine inflacionaria en curso, registrada en la canasta básica de alimentos, que de acuerdo con la medición de precios realizada por Consumidores Libres vio un incremento de 8,09% en el primer mes y medio del año, a la suba de 9% promedio en los combustibles que impacta de manera directa en toda la economía, las prepagas de medicina con su ajuste del 9%, los alquileres, que desde el 1° de febrero aumentaron un 51,28%; sumado a los factores estacionales como la necesidad de útiles escolares que se incrementaron un 65%.
El inicio del ciclo lectivo 2022, maridado con la suba de las cuotas escolares, es un clásico de cierre para el primer trimestre. Los incrementos autorizados para las matrículas y cuotas de los colegios privados de hasta 25% y 15% de acuerdo con la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas (Adeepra), superaron por lejos el 10% de incremento que como tope se esperaba para esta fecha conforme con lo anunciado hacia finales del año pasado. Y redundaron, en definitiva, en subas promedio en los aranceles escolares del 17% en la Ciudad y de 11,8% en la provincia homónima, a partir del 1° de marzo. Claudio Caprarulo, economista principal de la consultora Analytica Consultores apuntó que “en marzo se espera la actualización de las tarifas de energía, por lo que se anunció hasta el momento”. Se estipula que los servicios de luz y gas verán un ajuste tarifario en el 3° mes del año de entre 17% y 20% promedio, ajuste que, en el caso del gas, tendría un impacto de hasta un 35% más en las facturas de los usuarios residenciales.
Así y todo, el ex secretario de Energía, Emilio Apud, evidenció a este aumento de las tarifas como insignificante al apuntar que, para poder reducir los subsidios energéticos al 1,9% del Producto Bruto Interno (PBI), conforme con el requerimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) al Gobierno, las tarifas de luz y gas tendrían que subir hasta un 150% solo en este año. Por lo que, seguramente, habrá nuevas subas para estos servicios a lo largo del 2022.
Y mientras Claudio Caprarulo avisa que “marzo tiene más estacionalidad en cuanto a frutas y verduras, además de las correcciones de contratos”, la finalización del verano en la segunda mitad del mes calcula además aumentos en marroquinería, indumentaria y calzado. La meta anualizada que se propusiera el Gobierno, con un tope del 29%, transita ya un camino de derrota desde el vamos, de acuerdo con el incremento de precios registrado en apenas el primer mes y medio del año. Éste presupone un piso mensual de inflación para el trimestre no menor de 3,8%, mientras que el Relevamiento de Expectativas del Banco Central proyectan más de 54% anual.