Por Raúl Fernández
La fría mañana del jueves 22 de julio sorprendió a más de uno, especialmente a quienes estamos y formamos parte del mundo de la política en la provincia del Chubut.
El Gobernador, acompañado por su Vice y dos ministros, realizó una “conferencia de prensa” para informar sobre las definiciones del resultado sobre el fideicomiso que permite a la provincia ingresar en un endeudamiento por una primera etapa de unos seiscientos millones de pesos destinados al desarrollo de diferentes obras de infraestructura en el territorio provincial.
Así comenzó la mal llamada conferencia porque no hubo posibilidad alguna de que el periodismo presente hiciera uso de la opción, vital, de preguntar.
Fue el propio Gobernador quien, luego de utilizar dos minutos para el agradecimiento a su equipo que alcanzó este objetivo de blindaje financiero, anunció el éxito de los bonos en cuestión con la participación del sector privado por el monto de esa primera parte, para dar luego a una serie de consideraciones personales sobre quienes emitieron opinión diferenciada con referencia a la oportunidad de emitir estos bonos.
En esa misma y detallada disquisición, donde además mencionó diferentes medios de comunicación de la provincia (LU20 radio Chubut, FM del Lago, Infloglaciar, etc.) y fue duro al sindicarlos como “partícipes necesarios” de una acción más lógica de la imaginación que de la realidad, para quienes se manifestaron en contra de la emisión del valor.
Norberto Yahuar (ex Ministro Coordinador de su gobierno) fue el principal blanco elegido, para luego darle paso al Senador Mario Cimadevilla (UCR), al Diputado Javier Touriñan (ex Presidente del PJ Chubut en su mandato y por cinco años presidente del bloque del PJ en la Legislatura), al dirigente comodororense Néstor Di Pierro (Ex Presidente de Petrominera S.E.), a la concejal Viviana Navarro (PJ Comodoro) y culminar con el dirigente de ATE, Omar Navarro, a quien consideró coherente y prudente porque no emitió una definición con respecto al particular.
Esto acompañado por un minucioso detalle impreso de fecha, hora y medio donde se había hecho cada declaración y encodillado cada definición.
Mucho más allá de las consideraciones del éxito del endeudamiento, que puedo considerar como legal y legítimo del Gobierno y aún sin coincidir en su necesidad, está la presentación del resultado final, como haber ganado una batalla a los “enemigos” del gobierno.
Si uno repasa las posturas públicas de esos dirigentes, coincidiendo en parte o no, no ha habido irrespetuosidad o acción tendenciosa y, si como lo insinuó, hubo trabas de diferente naturaleza, son éstas las que debieron quedar expuestas ante la sociedad.
Lo complejo, peligroso y hasta triste, ha sido la postura de un primer mandatario provincial, elegido democráticamente por la amplia mayoría de la sociedad, de un enjuiciamiento público de medios de comunicación y por ende sus trabajadores para calificarlos de diferente manera, por el hecho de cumplir su labor.
Solo la libertad de opinar y de hacer, enmarcadas en el respeto, la cordura y la legalidad, es el mejor medio de alcanzar crecimientos de institucionalidad que tanto buscamos. El Gobernador no lo ha entendido así.
Prefirió obviar las explicaciones de inversores, porcentuales, sistemas de pagos, etc. del bono en cuestión, para dar paso, una vez más, a su visión agresiva y dialéctica de histeria para quienes piensan y dicen diferente a su propia visión de las cosas.
Aun sin compartirlo ponderé la iniciativa del compañero Ministro de Economía, Víctor Cisterna, de brindar explicaciones, variables y alcances de este bono de endeudamiento en el Consejo de Localidad del PJ de Esquel; y sigo señalando ésta metodología es la más adecuada que el Peronismo necesita: diálogo.
Podremos emprender caminos diferentes, pensamientos distintos y metodologías variables, pero todo enmarcado en una Doctrina que nos enseñó el camino y legó el General Perón hace más de 30 años.
¿No habremos madurado lo suficiente en 27 años para darnos cuenta que, aún con el mayor respaldo popular, podemos definir las cosas pensando, opinando y respetando al otro individual o colectivamente?
Es de esperar que, sucedido este hecho no menor, se puede analizar en todos los ámbitos, en todos los foros, si es un método de construcción política la de descalificar para crecer. Ahora los medios, y sus titulares, tienen la palabra.