Mientras la sanción de la nueva Ley de Alquileres continúa demorada, los inquilinos pagan cada vez más y tienen menos opciones al momento de elegir. Además, afrontarán las subas de tarifas a partir de junio.
Sin crédito hipotecario y con salarios devaluados, comprar una propiedad en la Argentina se vuelve cada vez más difícil. Como resultado, la cantidad de inquilinos no deja de crecer, especialmente en las grandes urbes.
La oferta de inmuebles en alquiler, en cambio, no aumenta al mismo ritmo y, de hecho, se retrajo en los últimos años. Como los interesados sobran, muchas veces los inquilinos deben cumplir requisitos insólitos para “calificar” y lograr alquilar una vivienda.
La Ley de Alquileres que entró en vigencia en 2020 fue el primer factor que jugó en contra de la oferta inmobiliaria, porque extendió los contratos mínimos de dos a tres años y limitó los ajustes de precios a un único aumento anual, fijado por un índice oficial.
Tras las elecciones de medio término, el Gobierno reconoció que la Ley de Alquileres había reducido la oferta y que era necesario un nuevo cambio. Por el momento, esa iniciativa -que busca consolidar varias propuestas de diferentes sectores políticos- sigue en el Congreso.
Esa demora también conspira contra la oferta. “Ante la discusión de la sanción de la nueva ley de alquileres, es esperable que los propietarios decidan no realizar nuevos contratos, ya que la reestructuración de la misma podría mejorar las condiciones contractuales a las que se enfrentan”, explicó Paula Margaretic, profesora e investigadora de la escuela de negocios de la Universidad de San Andrés (UDESA).
“En el mercado de departamentos en alquiler, se observa que entre diciembre de 2021 y en mayo de 2022, la cantidad de publicaciones cayó un 17,7%”, complementó Margaretic.
La especialista interpretó que, dado que los alquileres se pactan fundamentalmente en pesos, los propietarios se encuentran más expuestos a los cambios en el marco legal y, por lo tanto, la reducción en la oferta parecería estar relacionada con un comportamiento especulativo de parte de los propietarios en vistas de la sanción de una nueva ley de alquileres.
Menos oferta y precios en alza
Los reportes de las plataformas de avisos indican que el mercado de alquileres se contrae en el segmento de departamentos y, además, que los precios siguen en aumento.
El sondeo de mayo de Zonaprop indicó que el alquiler medio de un departamento de dos ambientes en la Ciudad de Buenos Aires ascendió a $60.262 promedio y mostró una suba de 28,5% en los primeros cinco meses del año (para los nuevos contratos).