¿Qué sinónimo encuentra la historia de Boca para juntar en un mismo cuadro una atajada de Roma, una proyección de Marzolini, una pelota recuperada por Rattín, una asistencia de Riquelme, una gambeta de Rojitas o Tevez y un gol de Palermo? La Bombonera, ese mítico escenario que hoy cumple 80 años de vida , esa caja de resonancia capaz de sorprender a todo el mundo y potenciar gritos, sensaciones e ilusiones.
Es imposible construir un estadio para albergar a todos los hinchas de Boca, aclara diario La Nación. Son miles los que se quedan afuera en cada partido. La popularidad del club contrasta con la capacidad de su cancha. La dirigencia (de ayer, de hoy) quiso comprar las dos manzanas linderas para ampliar la capacidad sin necesidad de mudarse, pero hasta ahora nadie pudo.
El anterior es un párrafo escrito en mayo de 2020. Pero no tiene exclusividad. Son dificultades que nacieron mucho antes de que se inaugure la Bombonera un día como hoy, pero de 1940. Y la situación sigue siendo la misma, 80 años después.
Casi nueve décadas antes de que se rebautice como «360», el proyecto original ideado en 1933 por el arquitecto esloveno Viktor Sulcic planteó la construcción del nuevo estadio de cemento sobre un espacio de terreno ideal.
Boca jamás pudo comprar las dos medias manzanas compuestas hoy por las calles Brandsen, Del Valle Iberlucea, Aristóbulo del Valle y el pasaje Zolezzi, atravesadas por Pinzón. Había que exprimir el ingenio para construir, sobre un terreno de 187m x 120m x 114m, un estadio lo suficientemente grande como para contener todo el fervor de los hinchas de Boca, un club con una popularidad creciente desde la exitosa gira por Europa de 1925. Con el objetivo de, como mínimo, duplicar las 25.000 localidades que entraban en el viejo estadio de madera ubicado en ese mismo lugar.
Entonces, Sulcic, el ingeniero José Luis Delpini (firmaba las obras porque el arquitecto esloveno no había revalidado su título en la Argentina) y el agrimensor Raúl Bes presentaron en 1933 el mejor proyecto posible para la superficie disponible: ganarle espacio físico al aire .
Los también responsables del famoso Mercado de Abasto de Buenos Aires privilegiaron el uso de una moderna estructura de hormigón armado , e idearon un sistema de construcción de tribunas escamadas, una encima de la otra. Primero fueron dos bandejas, y más adelante, en 1953, una tercera. En un terreno casi idéntico al del estadio de Estudiantes de La Plata, ellos triplicaron esa capacidad . Le ganaron 2,5 metros sobre las cabeceras y 5 metros sobre las vías.
¿Por qué «Bombonera»? Se cuenta que una amiga le regaló a Sulcic una caja de bombones de la confitería El Molino. El arquitecto se sorprendió al ver que la caja era casi igual al proyecto de estadio que estaban diseñando. Desde entonces, empezó a hablar de «La Bombonera».
Las obras se iniciaron durante la presidencia de Camilo Cichero y se concluyeron durante la gestión de Eduardo Sánchez Terrero. El nuevo estadio de Boca recién fue bautizado en 1986, con el nombre de Camilo Cichero. Y así se llamó hasta 2000.
Resulta contradictorio, pero el coliseo xeneize, declarado de interés turístico por la Ciudad de Buenos Aires y elegido con frecuencia como uno de los más bellos del mundo para ver un partido de fútbol lleva por nombre el de un presidente que en un momento le dio la espalda y que tenía otras prioridades: Alberto J. Armando .
Todo comenzó en 1954, cuando el entonces presidente de Boca intentó comprar las propiedades de las ya famosas medias manzanas, con el objetivo de completar la obra iniciada en 1938. La negativa de los vecinos, que consideraron aquellas ofertas muy por debajo del valor de sus casas, lo hizo enfurecer. Desde entonces, al estadio apenas le hizo la mantención básica. Y se enfocó en construir uno nuevo. Diez años después anunció que construiría una gran Ciudad Deportiva en tierras ganadas al río, y que inauguraría un majestuoso estadio con capacidad para 150.000 espectadores el 25 de mayo de 1975, a las 11 de la mañana. Otros negocios paralelos y los vaivenes de la siempre impredecible economía argentina se lo impidieron.
La última reforma grande fue en 1996, cuando bajo la presidencia de Mauricio Macri se derrumbaron los viejos palcos y se construyeron plateas preferenciales. Más tarde, Daniel Angelici promovió su intención de una mudanza, idea a la que finalmente desistió. Luego convocó en 2017 una reunión con todas las agrupaciones políticas del club para definir los pasos a seguir con el futuro del estadio (solo faltó una agrupación: la de Jorge Ameal), y se llevó a cabo un relevamiento a cargo de Colegio Profesional Inmobiliario . ¿El resultado? El 63% de los propietarios vende, el 15% no vende y el 22% restante está con algún conflicto legal (sucesiones o similar). Esa es la foto hoy.
«Yo era de Barracas pero me crié en La Boca. Era mi mundo. La Bombonera fue mi segundo hogar, mi casa futbolística, el templo donde me hice futbolista», le dijo Roberto Mouzo a la agencia Telam. El exdefensor es el hombre que más veces vistió la camiseta azul y oro: 426. «Es el patio de mi casa», declaró en más de una oportunidad quien en más oportunidades jugó en ese estadio: Juan Román Riquelme (206). «Es única», dijo Martín Palermo , máximo goleador en ese escenario, con 129 de sus 236 conquistas en esos arcos, uno de los cuales le regalaron cuando el Titán se retiró, en 2011. Sobre ese césped jugaron los más grandes futbolistas de la historia: Diego Maradona, Lionel Messi, don Alfredo Di Stéfano y Pelé.
«La Bombonera vacía podría compararse con lo que genera mirar a las personas que uno ama mientras duermen «, declaró el escritor italiano Alessandro Baricco. Y así celebrará este cumpleaños, en silencio. Aunque los problemas de capacidad no los pudo resolver, sigue latiendo y vibrando. Como hace 80 años.