El resultado del domingo puede tener más impacto en la economía si la definición es peor a la esperada, mientras que podría generar algo de alivio si el Gobierno recupera votos. La previsión de base es que se mantenga el resultado de las PASO y ante ese cuadro, los economistas advierten que el Gobierno deberá buscar consensos, propios y hacia afuera, para los dos años que restan.
En materia económica, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y un programa que ayude a ordenar la macroeconomía aparecen como la clave –según publica El Cronista-. «Un descontrol de las variables puede llevar a la radicalización pero no hay espacio para que eso pase», descarta el economista jefe de PwC, José Segura. En un escenario idílico, en cambio, incluye un acuerdo político amplio, programa con el FMI y desembolsos para facilitar la transición.
El más probable, sin embargo, muestra una salida como la de las elecciones de 2013, con una corrección del tipo de cambio más acelerada, pero Segura hace una salvedad: «en ese momento la economía no estaba tan indexada». La inflación rondaba el 20% y el salto cambiario del 23% llevó un tiempo para absorberse. «Hoy el pass through a precios sería mucho más rápido», aclara.
En el Gobierno, Martín Guzmán insiste en que no habrá devaluación oficial brusca, aunque si se prevé que acelere el ritmo del ‘crawling peg’ el ajuste mensual del tipo de cambio, más en línea con la inflación. El ministro busca cerrar el acuerdo con el FMI antes del deadline de marzo de 2022.
«Hoy el tipo de cambio no está muy retrasado, pero el TC no oficial lo duplica por el nivel de incertidumbre», explicó. El objetivo es que la brecha no siga aumentando y vaya convergiendo si hay señales fiscales, con baja de gasto público y consensos. Es un riesgo también para la actividad, que puede ser mediocre el año próximo sin esas correcciones.
«Con acuerdo y bases de ordenamiento, la recuperación podría ser más rápida», advirtió y consideró que el Gobierno tiene incentivos para hacerlo y recuperarse para 2023, mientras que para la oposición el dulce es «no pagar el costo y llegar con una economía más ordenada a la pelea de 2023».
Para la economista Laura Testa, integrante de Paridad en la Macro, el resultado electoral puede generar reacción de mercado pero es «marginal frente a ejes principales de la economía».
En medio de la tensión cambiaria, Testa advierte que la restricción externa puede volver a limitar la mejora de la industria, que cortó dos meses de baja y está mejor que en 2019. Con problemas estructurales como la inflación y la falta de divisas, el 3,5% de octubre en inflación mantiene la «incertidumbre para la inversión y los ingresos de la población».
Y coincide en que la falta de definición con el FMI genera «incertidumbre para la inversión en el sector productivo» mientras que la brecha entre el paralelo y el oficial, de más del 95% «no se puede sostener durante mucho tiempo», frente a la alta demanda de dólares.
«El Gobierno está haciendo todo lo posible para no devaluar en medio de la presión cambiaria», agrega Testa, para quien «la carrera electoral no termina el domingo sino que se abre hacia 2023».
Kirchnerización
Para los economistas de ACM, un eventual acuerdo con el FMI y cierta racionalidad permitiría una mejora considerable de los activos. «La confirmación de un triunfo electoral robusto por parte de la oposición debería representar un dato favorable para el mercado, aunque a corto plazo, y a la luz de la reacción observada en el oficialismo inmediatamente después de las primarias, podría observarse un repliegue para cubrirse de un caso de mayor radicalización o «kirchnerización» de la coalición gobernante», indicó un informe de la consultora fundada por Javier Alvaredo.
«De todos modos, el nivel de los precios de los activos argentinos se encuentra en niveles lo suficientemente bajos para incorporar dicha contingencia por lo que, en caso de no confirmarse dicho escenario y existir un acuerdo con el FMI existirían un upside considerable de los activos argentinos, en particular, de la renta fija local», remarcaron mirando al sector financiero.