Tras ratificar su triunfo, Avila anunció que efectuará una auditoría contable “La plata es de los trabajadores, yo tengo que rendirles cuenta”, apuntó. Los afiliados al gremio alineados con la agrupación “7 de Octubre” festejaron ayer por la tarde la victoria con una caravana hasta el centro. “Es momento de empezar a trabajar en la unidad de todos los petroleros”, dijo el candidato ganador. Reemplazará a Mario Mansilla, quien estuvo 10 años al frente de ese sindicato y buscaba la reelección.
Jorge Avila, flamante secretario general electo que asumirá en enero la conducción del Sindicato de Petroleros Privados Chubut, adelantó que habrá una auditoría contable para conocer cuáles fueron los gastos de la comisión directiva saliente. De ese modo, quieren transparentar al gremio y comunicar a los afiliados qué se hizo con su dinero.
Anteanoche, sólo datos extraoficiales del interior del sindicato, donde el recuento se extendió hasta la madrugada de ayer daban como ganador a la lista Azul. Llegó a participar el 85% del padrón y debido a las largas filas que se formaron desde la mañana del viernes (cada mesa tenía 700 afiliados promedio) los trabajadores llegaron a esperar más de tres horas para sufragar.
“La primera medida que vamos a tomar es crear nuestra obra social. Tenemos que irnos de esta obra social de la Federación que lo único que ha hecho es marginar a la familia petrolera. También vamos a solicitar una auditoría contable porque la plata es de los trabajadores, yo tengo que rendirles cuenta”, apuntó Avila en diálogo con Diario Patagónico.
“Este es un sindicato de trabajadores, no de delincuentes, no hay violencia y ayer (por el viernes) quedó reflejado. Es momento de empezar a trabajar en la unidad de todos los petroleros, más allá de las diferencias porque hoy alguien conduce y el resto tiene que acompañar”, sostuvo.
Además de anunciar la creación de la propia obra social del gremio, “también vamos a solicitar una auditoría contable porque la plata es de los trabajadores, yo tengo que rendirles cuenta”, señaló Avila.
“Esto significa la transformación. Queremos un sindicato más social para la gente, no vamos a ser socios de ninguna operadora ni político. Nosotros somos peronistas, pero no somos ‘kirchneristas’ ni ‘dasnevistas’, estamos por la unidad de todos los trabajadores petroleros”, expresó el nuevo titular del gremio petrolero.
Consultado sobre si había tenido contacto con Mario Mansilla, afirmó: “no, pero la soberbia de él ya la conocemos. Hasta el último día, decía que ganaba 80 a 20 y que nosotros éramos ‘pobres pibes’. Bueno, estos ‘pobres pibes’ le agradecen la gestión de estos últimos tiempos, porque así fue perdiendo todo lo que tenía”.
Caravana
Los integrantes de la agrupación “7 de Octubre” y los referentes de la nueva comisión directiva realizaron ayer una caravana de vehículos desde el bunker que tienen en Rawson y Dorrego, pasaron cerca de la sede gremial que a partir de ahora conducirán y terminaron en el centro en San Martín y Güemes.
Eran varias las cuadras de vehículos que llegaron hasta el centro de la ciudad tras una elección significativa. Mansilla debe retirarse del sindicato petrolero después de casi 10 años como secretario general. También fue adjunto entre 1992-2003 y antes secretario gremial en 1987-1992.
Avila participa en la vida sindical desde 1999. Al igual que Mansilla, surgió de DLS Argentina.
Las coincidencias van más de la vida laboral y sindical: también fueron cuñados. Sin embargo, las diferencias empezaron a notarse en los últimos dos años y se profundizaron cuando Avila, Rudy Fournier y Angel Capurro se lanzaron como candidatos.
Fueron varios los cánticos que repetían quienes apoyaban a Avila. El que más sonaba era el que pronosticaba que si iba “a acabar la dictadura sindical”. El propio Rudy Fournier, en el cierre de campaña, prometió devolver las asambleas con los trabajadores antes de tomar decisiones.
Entre los cánticos, había uno dedicado exclusivamente a los chalecos gremiales y sobre “el destino” que la comisión directiva saliente les podía dar. Durante la campaña, el sindicato repartió chalecos azules que la agrupación de Avila rechazó porque no consideraban ese color representativo para la industria. Ellos usan unos negros, como el petróleo.