Un hombre de 36 años había sido multado con 200 euros por molestar a mujeres con sus silbidos y proclamaciones, sin embargo, la Corte de la ciudad de La Haya, en Holanda, le dio la razón argumentando que se trata de “Libertad de expresión”.
En el transcurso del 2018, Everon el F. de 36 años fue sancionado con una multa de 200 euros por agraviar a un grupo de mujeres a través de silbidos y frases subidas de tono.
Sin embargo, el hombre apeló la sanción y la Corte de la ciudad de la Haya le dio la razón alegando “Libertad de expresión”, dejando sin efecto la sanción.
Es que los piropos y silbidos ofensivos o de tinte sexual en espacios públicos forman parte de la libertad de expresión, según consta en la Constitución holandesa.
Tanto en Amsterdam como en Rotterdam, existen directivas con el fin de frenar la intimidación sexual de palabra en Holanda.
El acoso callejero es una forma de acoso sexual que consiste en comentarios indeseados, molestias, silbidos y otras acciones similares hacia mujeres u hombres desde extraños y en espacios públicos. Por lo que en todo el mundo han surgido campañas para acabar con esta actividad que incomoda y molesta a quienes lo sufren a diario.
