Un joven fue denunciado públicamente por abuso sexual en Bariloche. Se había peleado con su mejor amiga y ella decidió «escracharlo» falsamente. La condena social llegó rápido y el chico no lo soportó. Él se quitó la vida y ella se retractó.
En las últimas semanas se desató en Argentina una ola de «escraches» en las redes sociales a abusadores sexuales y violadores. Nadie discute que los que hayan cometido estos delitos deban pagar por ello, pero hay casos que ponen sobre la mesa la pregunta: ¿Hay que creerle siempre a la víctima?
A partir de la denuncia de Thelma Fardín a Juan Darthés por violación, muchas mujeres salieron a contar experiencias propias. En tiempos de redes sociales, no es necesario conseguir una cámara o un micrófono para hacer algo público, sino que cualquier persona con un celular puede escribir lo que sea en Internet. Una herramienta muy útil a veces, pero también puede ser un peligro.
De esta manera, no solo las mujeres famosas contaron experiencias de abuso, sino tambien diferent es mujeres de todo el país. Una adolescente de Bariloche, menor de edad, denunció a un joven, Agustín Muñoz, por abuso a través de Twitter, Instagram y Facebook. Ambos eran amigos y habían tenido una discusión.
El pasado 12 de diciembre, Agustín Muñoz participaba junto a otros jóvenes de una marcha luego de una ola de denuncias de abusos en Bariloche. «Nunca más solas, nunca más calladas», era la consigna de la misma.
En un momento de la movilización, se leyó una «lista negra» de presuntos abusadores. En ese momento, Agustín escuchó que comenzaron a gritar su nombre, donde lo acusaban de haber atacado sexualmente a una amiga suya.
«Cuando gritaron su nombre, él quedó quedó estupefacto. Atinó a correr a casa, llegó ese día desesperado y me contó lo que le había pasado», contó Silvina Castañeda, madre de Agustín, en diálogo c on el portal Bariloche 2000. «La publicación ya se había viralizado, tomé contacto con esta chica, recapacitó, teníamos un afecto muy grande con ella, pidió disculpas rápidamente para tratar de frenar todo», explicó.
Se intentó hacer una especie de «contra campaña». La madre del joven publicó en Facebook que su familia estaba «sufriendo terriblemente» por el escrache: «Hoy una chica escrachó a mi hijo por enojo y ahora no sabe cómo parar la bola. Jugar con esto es terrible. Es una burla a todas las víctimas de violación». Y compartió publicaciones en las que la adolescente que lo denunció pedía disculpas.
«Busqué frenar que se siguiera viralizando su escrache, porque la gente toma el escrache como un ejemplo, un castigo ejemplar, pero las disculpas no se compartieron de la misma manera y quedó en suspenso», explicó la mujer.
La joven que lo denunció se había retractado de esta man era: «Principalmente quiero disculparme públicamente hacia Agustín, fue un momento de bronca y enojo. No supe ver el límite de esto». Además, agregó en otro posteo: «No puedo hacer más que pedir disculpas. De los errores se aprende y me las mandé posta».
Finalmente, no se pudo parar la viralización del escrache. El joven entró en un estado depresivo y optó por quitarse la vida. El domingo 23 de diciembre, la madre de Agustín contó en la publicación del caso la noticia del suicidio de su hijo. «Mi hijo murió ayer, con su corazón destrozado», expresó.
«Mi hijo como tantos otros chicos era un ser muy sensible y a raíz de esto se desequilibró emocionalmente hasta llegar al punto de tomar esta decisión que nos sorprendió a todos», contó Castañeda medios locales. «Espero que no haya otros Agustines, porque hay muchos chicos sensibilizados, solos, sin contención, que pueden ir por la misma vía y no está bueno»,< /em> remarcó.
