La sentencia es por abuso sexual con acceso carnal calificado, agravado por el contexto de violencia de género. La víctima tenía dos años. La doctora Anya Pucheta (foto) sustanció la causa junto al fiscal general, Daniel Báez.
El tribunal presidido por la jueza Yamila Flores e integrado por las magistradas Patricia Asaro y Marcela Pérez Bogado dictó una pena de quince años de prisión para un hombre condenado por el abuso sexual sobre su hija de dos años.
Fue la expareja del hombre quien lo denunció por abuso sexual de una hija de ambos, que al momento de los hechos tenía 2 años. La niña, al momento, no pudo declarar en Cámara Gesell. “Son las víctimas sin voz”, sostuvo el fiscal Daniel Báez, a cargo de la causa junto a la funcionaria Anya Puchetta.
El juicio se desarrolló durante casi un mes en los Tribunales. Para preservar la intimidad de la víctima, se determinó que la prensa no pudiera acceder a las audiencias del juicio oral, que fue el primero en realizarse de forma presencial desde el comienzo de la pandemia.
Los fiscales acusaron al sujeto de ser autor de los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y en la modalidad de delito continuado en contexto de violencia de género. Báez y Puchetta solicitaron en su pedido la pena de 18 años de cárcel sobre un máximo permitido de 20, para el hombre, que hoy tiene 26 años.
Por su parte, el hombre declaró recién en la última jornada donde dijo que era inocente, mientras que su defensa, realizada por el abogado particular Carlos del Mármol, pidió el mínimo de pena, de 8 años de cárcel.
“En este tipo de delitos, donde la víctima es una niña de dos años, uno quisiera que jamás ocurrieran y cualquier pena parece poca. Pero la Ley prevé una pena entre 8 y 20 años, y el Tribunal dispuso una sentencia de 15 años de prisión, que está más cerca del máximo, por lo cual la Fiscalía está conforme” afirmó el fiscal jefe Daniel Báez.