La Cámpora pisa cada vez más firme en Chubut con el objetivo claro de darle al espacio su primer gobernador en 2023. El elegido es el diputado nacional Santiago Igón, cuya amistad con Wado De Pedro le ha allanado el camino para ser diputado en 2015 e ir por su segunda diputación en 2019. El primer paso del camporismo se dio el 22 de junio cuando bajaron a Jorge Taboada de su precandidatura a diputado nacional imponiendo su nombre en un cierre de lista escandaloso.
Pese a ser bendecido como el único candidato por el Frente de Todos, 33.860 votantes de la fórmula Fernández-Fernández eligieron cortar boleta en la categoría diputado, volviendo difícil de cumplir la promesa de meter las 3 bancas que había hecho Igón a la conducción nacional. Para remontar esa diferencia La Cámpora chubutense volvió a mover todos los hilos para bajar a otro candidato. Esta vez le tocó al ganador de la interna de Chubut al Frente, Alfredo Béliz, quien absorbía un gran caudal de votos peronistas. A cambio de declinar su postulación, el dirigente de Comercio habría negociado ser el próximo presidente del Partido Justicialista provincial.
De esta forma, definió que no competirá en las elecciones generales del 27 de octubre, como parte de “un acuerdo de unidad del peronismo”, negociaciones de las que formó parte el propio candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, y el diputado Eduardo “Wado” de Pedro.
Otro que aprovechó para congraciarse con la cúpula de TODOS tras sus coqueteos con Cambiemos antes de las PASO fue el futuro vicegobernador Ricardo Sastre, quién operó fuertemente para bajar a Béliz.
Increíblemente Chubut al Frente el espacio político que obtuvo la última gobernación con más de 120 mil votos no tendrá candidatos a diputado nacional.