Fue en Misiones, donde un joven de 19 años sufrió el abuso de la fuerza por parte de siete policías que lo obligaron a realizar flexiones de brazos y lo amenazaron para que no cuente nada.
De esta manera, se suma otro episodio de abuso policial desde el inicio de la cuarentena. Esta vez en la provincia de Misiones, con un joven de tan solo 19 años como victima del hecho.
Según lo relatado por Gustavo Quevedo en sus redes sociales, el joven volvía de comprar comida para su familia con un amigo cuando de regreso, fueron interceptados por siete policías. En ese momento, los amigos justificaron su salida detallando que habían acudido a una carnicería para comprar alimentos.
Los oficiales no creyeron su versión y los obligaron a realizar 20 flexiones mientras se burlaban. Luego, dejaron ir a su amigo para quedarse con él, momento en que la pesadilla empeoraría para el muchacho.
“Después que dejaron ir a mi amigo, una de esas motos se puso adelante y otra atrás, yo iba en el medio con mi motito que es chica, como si fuera un criminal y ellos me pegaban con una especie de rebenque“, señaló el joven. A su vez, agregó: “Mientras me pegaban se reían entre ellos”.
Los siete policías lo llevaron hasta el Paraje Deseado, donde lo hicieron bajar de su moto y la secuestraron. Desde allí, Quevedo caminó 13 kilómetros hasta llegar a su domicilio.
Además de ejercer violencia física ante el adolescente, también lo amenazaron. En primer lugar, le dijeron que si tomaba un camino alternativo para escapar, ellos utilizarían sus armas reglamentarias. Por otro lado, lo obligaron a no de contar nada de lo sucedido. Afortunadamente, Quevedo no les hizo caso e hizo pública su desgraciada experiencia.
Una vez que el caso se hizo público por la repercusión en las redes sociales, la Jefatura de Policía realizó una denuncia ante el Juzgado de Instrucción de Puerto Iguazú. Asuntos Internos les inició un sumario y fueron pasados a disponibilidad.