El hecho ocurrió antes de que comenzara un partido de la liga Uruguaya de fútbol. La lluvia despintó las lineas y tuvieron que rehacerlas, a mano.
El partido que Progreso y Peñarol jugaron este jueves por la 14° fecha del Torneo Uruguayo estuvo en duda hasta último momento a causa de las lluvias que cayeron durante toda la jornada en el país vecino. Cuando la terna arbitral salió al campo de juego le hizo notar a los delegados de ambos clubes que las líneas estaban borradas y que no iba a ser posible si no se podían volver a marcar.
Acto seguido, un dirigente del equipo local se puso el partido al hombro. El hombre agarró la única máquina que tenía el campo de juego para pintar las líneas y volvió a demarcar solo todo el escenario. Sin embargo, el resultado estuvo lejos de ser esperado y fue blanco de burlas y criticas hacia el profesionalismo que ejerce el Futbol charrúa.
Lo que pasó es que el club Progreso solo contaba con una máquina, que uno de los dirigentes utilizó para la delimitación de la cancha, mientras que otro hombre tomó una brocha para marcar la línea media. Fue ese camino el que más desprolijo quedó ya que en su intento por repasar la raya blanca, éste trabajador no lo hizo de la mejor manera y quedó bastante desprolija.
Las imágenes se volvieron virales y luego de algunos minutos que demoraron en dejar el terreno lo mejor posible, el árbitro por fin dio el pitazo inicial.