Gabriel Aranda ya era conocido hace años por su insólita cábala: llevar el cráneo de su abuelo fallecido a todas las canchas donde jugara su amado Racing Club.
El alocado ritual con el que aspira a ayudar a la Academia en busca de la victoria, ahora suma una nueva protagonista.
Al cráneo de su abuelo Valentín Aguilera, también lo acompañará el cráneo de su abuela, e irá con ambos al Cilindro de Avellaneda.