El delantero entró esta noche contra el Millonario pero no pudo anotar ningún gol, aunque en Brasil depositan toda su confianza de cara a la vuelta.
Walter Henrique Da Silva, delantero de Atlético Paranaense, acaparó los flashes en el reinicio de la Copa Libertadores tras el parate por la pandemia de coronavirus. Ingresó a los 84 minutos del duelo por el Grupo C de la competencia ante Jorge Wilstermann en Bolivia, con el marcador igualado 2-2. Y en el primer minuto de descuento gritó la conquista de la victoria para los brasileños.
Pero no se trató de un gol agónico más. Walter estuvo dos años suspendido por dóping, sanción que se extinguió en julio de 2020. Como la finalización de la pena se daba después del epílogo de la culminación de su contrato, Paranaense se vio obligado a renovarle el vínculo automáticamente, sin embargo, desde la dirigencia pretendía romper la ligazón con el jugador. ¿La causa? Se encontraba totalmente fuera de forma. Incluso llegó a pesar 117 kilos.
Sin embargo, el atacante de 31 años se propuso volver a ponerse en carrera por un lugar en el equipo: bajó 23 kilos hasta llegar a los 94, que todavía es una marca elevada para sus 176 centímetros de altura, algo que se percibió en el campo de juego. Pero su estado físico le alcanzó para transformarse en el héroe de la noche: tras una pared bien construida por su equipo por la banda derecha y el centro atrás, recibió en el borde del área y remató de derecha para dejar parado al guardameta local. Allí se desató la locura de toda la plantilla visitante.
En el momento de ser sancionado por doping, a Walter le habían detectado el uso de un medicamento prohibido… para bajar de peso. Es que el problema lo persiguió a lo largo de su carrera. El ex Inter de Porto Alegre y Porto ya había llamado la atención del fútbol del continente en 2018, cuando hizo su presentación en el Paysandú con un evidente sobrepeso. Entonces pasó a ser llamado “el delantero de los 100 kilos”. “Me dijeron que aquí se come bien, pero voy a mantener la boca cerrada”, dijo en ese momento, en el que además determinó que su peso ideal son los “98 kilos”.
El punta, que registra pasos por Cruzeiro, Goiás y un antecedente en el Paranaense, logró volcar para su equipo un partido complicado, en el que estuvo dos veces abajo en el marcador. Gilbert Álvarez y Sergio Henrique Francisco convirtieron para Jorge Wilstermann, mientras que el argentino Luis González y Christian habían gritado para la visita. Hasta la irrupción fulgurante de Walter, quien se erigió como el personaje del regreso de la Copa Libertadores.