Lionel Messi sabe que a la hora de irse de vacaciones tiene que elegir destinos turísticos muy específicos. Por lo general, suele evitar grandes ciudades y puntos turísticos colmados de curiosos que quieren una foto o un autógrafo. La idea, siempre, es que la familia tenga privacidad para descansar.
Leo lleva varios años descansando en localidades exclusivas de Ibiza, donde incluso ahora tiene una mansión; o algunas paradisíacas islas del Mar Caribe donde la cantidad de turistas es muy baja. De todas formas, siempre se mostró predispuesto a posar para las cámaras de los fanáticos.
Lo cierto es que no siempre fue famoso. Al comienzo de su carrera, cuando apenas era un chico que jugaba en el Barcelona y daba sus primeros pasos en la Selección argentina, tenía cierto margen para moverse por el mundo como una “persona normal” -según publica TN-.
El viaje de Lionel Messi a Bariloche
En 2006 su nombre ya era reconocido. Y más en Julio de ese año, semanas después de que la Selección argentina quedara eliminada en cuartos de final del Mundial de Alemania y la Pulga viera todo el encuentro desde el banco de suplentes.
Esa imagen de Messi frustrado dio la vuelta al mundo, entre tristeza y reclamos al técnico José Pekerman por no darle minutos en ese encuentro contra la Selección local. Messi era una joyita del Barcelona, ya tenía varios partidos encima y su figura se eregía como una clave para el futuro de la Albiceleste.
Sin embargo, tenía ciertas libertades para moverse por la Argentina. Tras la eliminación volvió a Rosario y luego emprendió una escapada a Bariloche con su hermano Matías Messi y su primo, el futbolista Emanuel Biancucchi.
Pudo conocer la nieve del Cerro Catedral, aunque tuvo que evitar los deportes de riesgo como el esquí debido a su contrato con Barcelona. Sí posó para las fotos en un cuatriciclo y con las famosas raquetas para caminar con más facilidad en el bosque.
La anécdota del viaje: Messi, rebotado en un boliche de Bariloche
Frente del hotel donde se hospedaba Lionel Messi había un boliche. Y una noche tocaba el famoso músico Emmanuel Horvilleur. Resulta que no pudieron pasar y finalmente ingresaron al local gracias a la intervención de Carca, músico de Babasónicos. También estaba Adrián Dárgelos, líder y cantante de la banda. Hubo fotos, risas y charlas en el VIP.
A Bariloche viajó gracias a una agencia rosarina llamada Auckland. El dueño viajó con ellos y no se les despegó. Estanislao Fuster, amigo del dueño de esa empresa, también se sumó a la travesía y los ayudó a moverse por la ciudad, sacó fotos y hasta hizo de “guardia de seguridad” en los momentos donde la gente reconocía a Messi.
“Se estaban tirando bolas de nieve y recibo una en la espalda. Un amigo me tiró y le grito: ‘¿Qué pasa nunca te fuiste de viaje de egresados?’. Messi pensó que yo le estaba hablando a él, se acerca y me dice en voz baja ‘y no, nunca me fui de viaje de egresados…’; eso me partió el corazón”, relató Fuster en Instagram hace algunos años.