La pelea llevó casi dos meses y medio, desde el 2 de octubre, pero finalmente Argentina obtuvo un fallo a favor inapelable que, además de permitir el regreso de la Fragata Libertad, colocó en el escenario mundial el alcance de la batalla que libra contra los grupos financieros especulativos denominados fondos “buitre”.
Según publica Página 12, frente al Tribunal de los Derechos del Mar con sede en Hamburgo, Argentina fijó posición en cuanto a la ilegitimidad del procedimiento seguido por la justicia de Ghana a favor del reclamo del fondo buitre NML Capital y logró que, por unanimidad, los 21 jueces que componen ese cuerpo le dieran la razón.
Tras interpretar que la fragata es “una expansión de la soberanía que tiene un país”, y que esta condición no se pierde al amarrar en un puerto extranjero, el tribunal internacional determinó que “Ghana debe liberar inmediatamente y sin condiciones a la Fragata ARA Libertad, y se asegurará que su comandante y tripulación sean capaces de dejar el puerto de Tema y los espacios marítimos bajo su jurisdicción” antes del 22 de diciembre. Por la tarde, el Ministerio de Defensa informó que una tripulación complementaria viajará hacia Ghana el martes 18 para iniciar el retorno al día siguiente, estimándose el arribo de la fragata a Buenos Aires aproximadamente para el 9 de enero. La presidenta de la Nación, desde su cuenta de Twitter, se sumó al anuncio: “Una vez más cumplimos. Vuelve la fragata”, tipeó.
La definición del fallo, pero sobre todo la argumentación que la fundamenta, da cuenta de que la estrategia seguida por Argentina desde el 2 de octubre, cuando un juez de Ghana, Richard Frimpong, hizo lugar al planteo de NML Capital y retuvo la fragata, fue el correcto. El Tribunal de Hamburgo valoró las gestiones previas, los intentos de acuerdo con el gobierno ghanés, incluido el viaje del viceministro de Relaciones Exteriores y el secretario de Defensa en los primeros días del conflicto, y consideró que esta instancia ya había sido “agotada” cuando ambas partes fueron recibidas en audiencia en Hamburgo (29 y 30 de noviembre).
Incluso el frustrado intento de lograr por parte de la ONU una gestión de mediación de buenos oficios fue considerado por el Alto Tribunal un gesto de buena voluntad no correspondido. De esta forma, el reclamo de Argentina para que el Tribunal del Mar se declarara competente para entender en la demanda por violación de soberanía quedó ampliamente justificado.
El gobierno de Ghana, en realidad, nunca negó la condición de buque de guerra de la Fragata Libertad, pero argumentó que su inmunidad no alcanzaba al puerto de Tema, que entendían bajo jurisdicción absoluta de la justicia ghanesa. Argentina, invocando el artículo 32 de la Convención del Mar, reclamó la validez de la inmunidad tanto en aguas internacionales como las interiores de un país. En cuanto a la validez del argumento argentino prácticamente no había dudas. El riesgo mayor para Argentina era que el Tribunal de Hamburgo se declarara incompetente para entender en el tema. De allí el alto valor que tiene la corrección del procedimiento seguido.
Una segunda alternativa, no plenamente satisfactoria para Argentina como la que finalmente falló el Tribunal, era que la liberación de la fragata quedara supeditada al depósito de una caución o fianza. La propia presidenta Cristina Fernández se ocupó de mencionar esa opción a través del mensaje que envió por su cuenta de Twitter. “Argentina no debe ofrecer fianza ni caución o garantía”, escribió, después de transmitir la parte fundamental de la resolución del Tribunal.
La liberación
El fallo que ayer suscribieron los 21 jueces que componen el Tribunal de Hamburgo, incluido el ghanés Thomas Mensah, se declaró competente y adoptó la medida provisoria de liberar la fragata. Al rechazar el argumento esgrimido por los representantes de Ghana, el fallo sostiene que “el derecho internacional especifica que un Estado no debe utilizar sus leyes internas, incluyendo su Constitución, como un escudo para evitar sus obligaciones internacionales”. Al dar lectura al fallo, el presidente del tribunal, Shunji Yanai, de Japón, destacó además que “un buque de guerra es una expansión de la soberanía que tiene un país”.
La sentencia
El fallo subrayó que “la Fragata Libertad fue autorizada a navegar en aguas territoriales de Ghana” y al impedir posteriormente su libre circulación “se privó al buque de sus derechos reconocidos en la Convención del Mar y el derecho internacional”. La sentencia también justificó la “urgencia” de la solución, por el estado del propio barco, pero sobre todo de la tripulación. El Tribunal hizo énfasis en los hechos del 7 de noviembre, cuando autoridades ghanesas buscaron subirse sin autorización al buque escuela. “Los intentos de abordaje muestran la gravedad de los hechos y la necesidad de medidas urgentes.” En función de todo ello, ordenó al país africano que reabastezca el buque escuela y le fijó un límite de una semana (hasta el sábado 22) para dar cumplimiento a la resolución.
Inmediatamente después de darse a conocer el fallo, la jefa de la delegación argentina en Hamburgo, Susana Ruiz Cerruti, destacó que el dictamen “es una lección para los fondos buitre”. Por su parte, el gobierno ghanés emitió un comunicado explicando que “han tomado nota” de las órdenes del Tribunal y que “están comprometidos con sus obligaciones internacionales”, dando por sentado su acatamiento. No obstante, considera “lamentable” que el caso haya llegado a un organismo internacional y subraya que, no obstante, sigue manteniendo “fuertes vínculos con Argentina”.
En similar sentido, desde Buenos Aires, en una declaración pública leída ante la prensa, el canciller argentino, Héctor Timerman, reiteró que la posición argentina no representaba “un conflicto con Ghana ni con su pueblo”. Interpretó que “la decisión del Tribunal del Mar es un respaldo absoluto al pueblo y gobierno argentinos” y que “Argentina trabajará junto a nuestros aliados africanos para defender a nuestros pueblos de las acciones deleznables de supuestos financistas que, desde sus guaridas fiscales, operan como verdaderos piratas del siglo XXI”.
A su lado, Arturo Puriccelli, ministro de Defensa, fue el encargado de dar los detalles del operativo de retorno de la Fragata Libertad a aguas argentinas. “Con la colaboración inestimable de Aerolíneas Argentinas, se contrató un vuelo charter para el traslado de los 98 marinos a fin de completar la tripulación suficiente para emprender el cruce del océano Atlántico”. La delegación despegará el martes 18 y arribará a la República de Ghana al día siguiente, para “proceder a zarpar la fragata ese mismo día”.