“Somos una familia monoparental de cuatro chicos y yo soy la responsable a cargo. Hace tres meses se me venció el contrato de alquiler en el cual la señora me fue aumentando claramente por la inflación y demás. Hace 20 días me ha dicho que necesita urgentemente el departamento porque ya tiene otros inquilinos para ingresar y la problemática de la gran mayoría, es el tema de poder alquilar”, introdujo.
Y agregó que “una de las tantas causas que hay es, primero, demanda para poder alquilar en función de mi familia. Estamos buscando un hogar de tres dormitorios y se hace difícil porque desde la inmobiliaria y dueños evitan el tema de los chicos. Y otra de las realidades es que hoy alquilar representa alrededor de un millón cien mil pesos”.
“En el IPV llevo 16 años anotada, periódicamente voy explicando mi situación de la prioridad y la necesidad que estoy teniendo, porque la verdad que es sumamente crítica. Es difícil, esa es la realidad. Ese millón es con el mes de depósito, el mes de anticipo, los honorarios de la inmobiliaria y el mes adelantado; sin contar que el aumento es semestral. En algunos casos, no todas las inmobiliarias, pero el 60% se están rigiendo en función de que todavía en la ley, que no salió todavía, no es vigente a la nueva ley de alquileres y en otros no, es anualmente”, describió.
Al aire por Radiocracia, la mujer comodorense dijo que “estamos hablando de un departamento antiguo, que está bien por la ubicación quizás, pero bueno, pleno centro, pero hay dos dormitorios, un baño, cocina, un living pequeño y ya está. Eso es lo que hoy cuesta poder alquilar, ingresar, sin contar los garantes que estén solventemente bien y que te den el ok, que es otra la realidad”.
“Tres años atrás, alquilar representaba alrededor de 30 mil pesos. No sé qué voy a hacer porque en realidad mi molestia e indignación reside en que no es que desde el municipio no saben, desde el Estado también me han anotado a todos los programas para poder ser beneficiaria en lo marco de lo legal, para poder acceder”, enumeró Karina.
Y agregó finalmente que “hay mucha gente que no está ajena a esta realidad. Lo otro que me queda es la carta documento presentada y al desalojo, porque esa es la realidad que estoy viviendo y el grado de vulnerabilidad que estamos hoy teniendo, porque nosotros, desde el pudor, cuento que me levanto a las seis de la mañana para trabajar, para mantener a mis hijos que es mi deber, claramente, pero a veces es sumamente complejo este tipo de situaciones donde no te dan la posibilidad y la tranquilidad como ciudadano de poder construir y estar bien, que es lo que se necesita básicamente, que es un derecho y el derecho de mis hijos a crecer bien. Estoy hablando con lo básico, que es un hogar con cosas dignas, no estoy pidiendo nada sumamente extraordinario”.
