Hace una semana, Nadia fue atacada a golpes y su madre baleada en Isidro Casanova. Un recorrido por el barrio, que vive aterrorizado por la inseguridad.
El miércoles de la última semana, Nadia sintió dolores abdominales por su embarazo y decidió ir al médico junto a su madre. Pidieron un remis y, cuando salieron a la puerta de su casa en Isidro Casanova, todo cambió comenta TN.
Unos delincuentes intentaron asaltarlas, a ella le pegaron en la cabeza y terminó desmayada en el cordón de la calle. Su madre recibió un disparo en una pierna y sigue internada.
Este martes, Nadia recibió la peor noticia: como consecuencia de las heridas, perdió a su bebé.
Su familia y el barrio están destrozados. Aseguran que además del golpe, el estrés provocado por el asalto le provocaron la pérdida de su hijo. Pero no se quedan en este hecho puntual de inseguridad. Afirman que en la zona los delincuentes están descontrolados. Los robos violentos pasan en todo momento y con esto la geografía del lugar va cambiando. Más rejas, más trabas, más cámaras, más sistemas de seguridad. Nada alcanza para detener los asaltos.
«Es una injusticia todo lo que estamos pasando», dice una de las vecinas del barrio. «Estamos más unidos que nunca», agrega porque, resalta, se tienen que arreglar solos porque nadie los cuida. Narran una y otra vez historias de inseguridad. Describen doloridos lo que le pasó a Nadia pero insisten en que nadie los cuida. «Vivimos encerrados y los chorros están afuera», coinciden.
Mientras nos muestran cómo mutaron los frentes de las casas, ahora reconvertidos en fuertes contra la inseguridad, subrayan que antes era un barrio en el que hasta se podían dar el «lujo» de tomar mate en la puerta.
«Tuvimos que poner rejas por todos lados», es una frase repetida entre los vecinos. «Yo me la paso rezando», cierra una mujer angustiada por lo que les está pasando.
Los delincuentes actuaron con mucha violencia. En medio de la situación, uno de ellos le disparó en un tobillo a la mamá de la mujer embarazada, que afortunadamente está fuera de peligro. Tras ello, se escaparon a toda velocidad en el auto de las víctimas. Ese vehículo luego fue encontrado abandonado en el barrio Villegas.
Ambas mujeres fueron trasladadas hacia el mencionado nosocomio que está ubicado a la altura del kilómetro 21 de la Ruta Nacional N° 3. Nadia fue asistida, le hicieron controles y había recibido el alta. Pero anoche empezó a sentir malestares por lo que la llevaron nuevamente al hospital. Poco después se conoció la triste noticia de la pérdida del embarazo.
Nélida, tía de Nadia, dijo hoy a los medios que su sobrina “tenía dolor de panza por eso iba al médico, y le dijo que a consecuencia de lo ocurrido, de pasar nervios, tensión y estrés, hizo que pierda el embarazo, además de recibir un culatazo en la cabeza”.
“Mi sobrina está triste y quiere permanecer en su privacidad por ahora, hay que dejar que mantenga su duelo y estamos tristes porque esperábamos un poquito de Dios para que le dé la vida, pero no fue así”, agregó.
“Espero que se sepa quién fue y que paguen por lo que hicieron, era una vida que venía y ellos estaban contentos con esto”, cerró Nélida.
El caso es investigado por el fiscal Gastón Bianchi, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial La Matanza. Todavía no hay detenidos.