La justicia le dio la razón al empleado y ahora deberá ser indemninzado por el disgusto que le causó el agasajo bien intencionado de sus compañeros de trabajo.
Un hombre de Kentucky, en el sur de los Estados Unidos, ganó esta semana una demanda por US$ 450.000 que le entabló a sus empleadores por el ataque de pánico que sufrió producto de la fista de cumpleaños sorpresa que le organizaron sus compañeros de oficina, según publica Minuto Uno.
Lo que empezó como un gesto de camaradería y buena voluntad terminó en un episodio médico que afectó a la salud mental y física de Keving Berling, un técnico de laboratorio de 29 años que fue despedido de su trabajo poco después del episodio, informó el sitio The New York Post.
De acuerdo con la demanda presentada por Berling después de ser despedido, la fiesta sorpresa se hizo en agosto de 2019, durante la hora del almuerzo en el comedor del laboratorio Gravity Diagnostics en Covington, Kentucky.
En esa oportunidad el personal del laboratorio rodeó a Berling para agasajarlo pero la presión de ser el centro de atención afectó al hombre a tal punto que tuvo un ataque de pánico in situ y tuvo que refugiarse una hora en su auto hasta que logró reestablecerse.
Luego Berling fue acosado por sus encargados de sector por haber «robado la felicidad» del resto de los empleados con su «reacción» a la celebración, explicó su abogado Tony Bucher al sitio WKRC.
Al día siguiente del episodio, el técnico de laboratorio sufrió un segundo ataque de pánico porque fue obligado a explicar su comportamiento en una reunión con sus superiores.
Berling había sido contratado por Gravity Diagnostics en 2018, y en esa instancia el técnico había anunciado a la persona encargada del sector que no deseaba que le festejaran el cumpleaños, ni siquiera teniendo en cuenta que forma parte de la cultura de la empresa.
Pero la persona encargada de la gerencia «olvidó» el detalle del cumpleaños.
Como resultado, Berling fue despedido menos de una semana después de su caótica fiesta de cumpleaños y sus empleadores manifestaron que estaban «preocupados por si estaba enojado y podía ponerse violento», cuando según su abogado todo lo que hizo fue «usar técnicas para serenarse» durante ambos ataques de pánico.
El despido se produjo ocho meses antes de que Gravity Diagnostics experimentara un crecimiento económico notable por la pandemia de coronavirus, y mientras sus excompañeros recibían aumentos salariales de hasta 300% él estaba en cero.
Por eso el viernes pasado un jurado popular del Condado de Kenton, en Kentucky, resolvió que Gravity Diagnostics le pagara US$ 450.000 a Berling en concepto de salarios adeudados, ganancias perdidas e indemnización por los gastos médicos que tuvo que enfrentar por el estado de su salud mental.