El ex ministro de Economía habría sido quien tiró el nombre en varias reuniones privadas. Ya se siente el clima electoral
Si bien no confirmó aún su candidatura, habla como si ya fuese un hecho su pelea por las elecciones presidenciales de este año. Roberto Lavagna tiene la cautela de cualquier político con experiencia y sabe que no puede dar pasos en falso si aspira a sentarse en el sillón de Rivadavia.
Por el momento, el ex ministro de Economía está tanteando el terreno e intentando generar consensos para armar un frente lo más amplio posible. La única condición es bastante inclusiva: ni macristas ni kirchneristas. El economista busca desmarcarse de la polarización entre el PRO y La Cámpora sabiendo que su buena imagen positiva podría darle un gran dolor de cabeza al Gobierno si se transforma en una alternativa con peso real.
Pero la cautela de Lavagna no es nueva. El ex jefe de la cartera económica de Néstor Kirchner ha sabido generar apoyo por fuera del peronismo desde hace muchos años. En los ’80 se desempeñó como funcionario de Raúl Alfonsín y, de hecho, fue esa cintura la que lo llevó a ser candidato presidencial de la UCR en 2007. Su contra es que no tiene el aparato del PJ, como sí Eduardo Duhalde y Luis Barrionuevo. Pero recordemos que fue el ex gobernador bonaerense quien lo lanzó como nombre concreto cuando apenas se lo conocía como un hombre serio en materia económica.
Sabiendo la capacidad de Lavagna para tejer alianzas, cobra valor la reciente versión de que querría como su compañero de fórmula a Miguel Lifschitz. Según el sitio Informador Público, el mismo Lavagna lo manifestó en varias reuniones privadas.
La idea Esta no cayó bien en el peronismo santafesino, donde se conformó un frente de unidad para intentar ganarle justamente la gobernación a Lifschitz con la candidatura del senador nacional Omar Perotti.