Se comercializaron alrededor de 660 mil unidades en 2010, unas 50 mil por encima del record anterior de 2008. Las proyecciones para enero dan cuenta de una nueva marca máxima de 100.000 vehículos Las cifras fueron dadas a conocer por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).
El director general de Acara, Horacio Delorenzi, recordó que «en 1998 se alcanzaron las 470 mil unidades como una cifra récord, que luego fue superada en 2008 con 610 mil unidades».
A modo de balance, el directivo dijo que «en 2002 la pregunta era qué fábrica se quedaba en el país. Hoy podemos decir que hay 11 en funcionamiento, y por otra parte se está por instalar una nueva, de la firma Honda, en la provincia de Buenos Aires, donde además está concentrada la mayoría de la que funcionan en la actualidad, seguida por Córdoba y Santa Fe».
Delorenzi remarcó que «todas ellas tienen planes de inversión para los próximos cinco años con la aparición de nuevos modelos, además de que fabrican para todo el mundo, no solo para el mercado interno».
En la actualidad Argentina exporta a todo el Mercosur, Chile, México, Colombia, Sudáfrica y varíos países de Europa, entre otros destinos.
«Asimismo avanza la producción de autopartes hacia una integración nacional que consideramos fundamental para que se logre el desarrollo», indicó.
El director general de Acara puntualizó que dentro de esa integración nacional «se está incorporando, sobre todo en los autos medianos, gran tecnología integrada al resto del mundo».
«De esta forma, se ha permitido la recuperación de las plantas, del salario y la incorporación de tecnología en el país», sintetizó el empresario.
Delorenzi destacó que el aumento en la venta de autos se produjo sin gran participación del crédito, al tiempo que pidió «políticas específicas diseñadas para el sector de autotransporte de cargas, que se vio afectado tras la crisis del 2008 y 2009 y «empezó a repuntar recién este año».
«Tiene que haber planes especiales en este sentido porque si bien se dio una recuperación moderada, este sector está ligado íntimamente con al financiamiento bancario», confió.
En tanto, otra rama que demostró un alto crecimiento este año fue la de los motovehículos impulsada por los cambios establecidos por las autoridades en relación a los patentamientos.
«Si bien permitió que ingresaran a la formalidad gran cantidad de motos se observó un crecimiento genuino en la compra de nuevas unidades que alcanzó entre el 25 y 30 por ciento», dijo Delorenzi.
Pero los concesionarios tienen un punto pendiente de resolución que se basa en los impuestos municipales y provinciales cuyas disposiciones no son unificadas y se ven alteradas de acuerdo a las distintas ordenanzas municipales que se aprueban anualmente en los 2.200 municipios que existen en el país.
En este sentido insisten en pedir una «reforma impositiva donde todos los actores nos podamos sentar a una mesa y decidir cuánto se va a pagar».
Los concesionarios piden que el impuesto se realice además sobre el margen de ganancia y no sobre el total de la unidad, como se viene haciendo actualmente.
En cuanto a los impuestos nacionales no tienen mayores inconvenientes porque «se paga el IVA, que uno sabe que es del 21 por ciento y es trasladable», puntualizaron.