El ministro de Economía del Chubut, Alejandro Garzonio, reconoció que junto a sus pares provinciales coincidieron en plantear ante funcionarios nacionales que el recorte de los $ 100.000 millones que deben absorber las gobernaciones lo paguen las 1.000 empresas más grandes del país.
Según publica diario El Chubut, Garzonio afirmó asimismo que la obra pública atraviesa uno de los momentos más complejos, y vaticinó que el esquema de Participación Público-Privada fracasó porque en este contexto “las empresas no quieren arriesgar”.
La obra pública atraviesa uno de sus peores momentos en la provincia del Chubut. El combo compuesto por la eliminación del fondo sojero que recibían los gobernadores y que se destinaba a infraestructura, el complejo panorama financiero nacional, la imposibilidad de tomar deuda en el exterior debido a las fluctuaciones del dólar que parece no tener techo y el esquema de Participación Pública Privada que no terminó de despegar nunca, afectan sensiblemente la realización de obra pública en cada rincón del país.
Garzonio no anduvo con rodeos y dijo que la obra pública “la vemos muy difícil”. En este contexto nacional “observamos un panorama muy complicado en la obra pública, no solamente para la provincia sino también para las empresas. Largaron con este esquema de Participación Público Privada y la verdad no tuvo el auge y la respuesta esperada”.
Aclaró que en este momento “no hay nadie en condiciones de arriesgar”, porque las que comprometen los fondos “son las empresas”. Si bien las compañías recuperan la inversión a futuro por vía de la explotación de la obra u otro mecanismo dependiendo de qué obra se trate, el contexto actual activó una especie de “escudo” en el sector empresarial que ha optado por ser cauteloso a la hora de participar en procesos licitatorios.