El portavoz de la Copa del Mundo que se desarrollará a fin de año afirmó que la pena será entre siete y 11 años «por no respetar la religión del país islámico» al mostrar las banderas del arcoíris.
«Quien luzca la bandera LGTBI en el Mundial será arrestado por 7 u 11 años. Qatar es un país islámico y se debe respetar su religión”, descargó Nasser Al-Khater este martes rechazando rotundamente la portación de las banderas que representan a la comunidad LGBT+.
A pocos meses de comenzar el certamen, Qatar había anunciado previamente que los colores distintivos del arcoíris estaban totalmente prohibidos por motivos religiosos.
Ahora, decidieron extremar las medidas ante la posibilidad de que se filtre alguna bandera o algo significativo, llegando así a una condena entre siete y once años.
Al mismo tiempo, el gobierno de Qatar sorprendió al decir también que tampoco se podrá tener sexo entre personas que no estén casadas, como también la aparición pública de personas del mismo género en señal de rechazo a la homosexualidad.
“Somos un país conservador y las muestras públicas de afecto están mal vistas independientemente de la orientación sexual”, dijeron hace algunas semanas desde el país anfitrión del Mundial.
Y a raíz de esto, surgieron diversas críticas en todo el mundo bajándole el pulgar a las normas del país asiático que hosteará el campeonato por primera vez en su historia.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se refirió a las medidas mencionadas y dijo que “serán bienvenidas en Qatar”, pero que “tienen que respetar la cultura local”.
“Si Qatar no diera la bienvenida a todos, no hubiera organizado el Mundial. Estamos capacitando a los responsables y trabajando de la mano con las entidades y la policía y les daremos la bienvenida a todos”, cerró Infantino.
