Los argentinos en Israel están bajo un estado de shock. León Szajman vivía hasta hace muy poco en el Kibutz Ein Hashlosha, cerca de la frontera con Gaza, una de las comunas agrícolas israelíes atacadas el sábado en medio de un estado de guerra que amenaza a toda la región.
“Nadie esperaba esto. Nos deja con una situación de vulnerabilidad que va a tardar mucho en disiparse. Va a costar mucho reponerse de esto”, contó a TN este reportero gráfico que vive en Baja Galilea, en el norte de Israel.
Su hermana y su cuñado, cuyos nombres se preservan por expreso pedido, estaban en el kibbutz en el momento del ataque. “Fue desesperante. No sabía nada de ellos. No podía contactarlos. Después de un rato recibí un mensaje. Habían podido ir al refugio cuando sonaron las alarmas”, indicó.
Cómo fue el ataque en un kibbutz habitado por argentinos
El ataque de los milicianos de Hamas comenzó a las 6 de la mañana. Sonaron las alarmas y los habitantes del kibbutz pensaron que era otra advertencia de las muchas que se repiten en forma periódica en la zona. Pero esta vez era distinto.
Muchos residentes fueron asesinados. “Gente conocida, amigos”, comenta Szajman.
Su hermana y su cuñado viven en Israel desde 1981. “Desde una ventanita del baño del refugio veían a los terroristas pasearse por el kibbutz. Afuera masacraban gente. Fue desesperante”, dijo.
Fueron horas de enorme dramatismo. Horas en que no tuvieron comunicación con el exterior. La internet había sido cortada. No había señal telefónica. Este domingo el ejército ya había retomado el control de la zona y los habitantes del kibbutz estaban siendo evacuados hacia el centro del país. “Ellos y sus hijos están bien”, contó. La familia Szajman son de Rivera, provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, Israel sigue bajo estado de guerra. “Aún hay tiroteos en el sur, muchas comunidades agrícolas están todavía bajo ataque. Hay terroristas agazapados, otros intentan huir y penetrar más adentro del territorio. Hay muchas bajas en el ejército y muchas víctimas civiles”, dijo.
Israel, entre la alarma, el miedo y la indignación
Nadie en Israel esperaba este ataque. “Entraron en forma inesperada. Nadie los vio venir. Derribaron una cerca con una topadora y empezaron a ejecutar a automovilistas y sus familias. Entonces entraron a los kibbutzin. Fue una catástrofe total”, contó Szajman.
Hoy, domingo, es día laborable en Israel. Pero las escuelas están cerradas y hay poco tráfico en las calles.
“Estamos en un estado de guerra. Muchos fueron a trabajar con mucho cuidado. Hay muchos terroristas que escaparon y se los está buscando con retenes. Es terrible la situación”, afirmó Szajman.
Hoy, los israelíes aún no salen de su sorpresa. “Ellos vinieron muy preparados, hasta con cámaras. Filmaron todo. Es un mensaje: están matando israelíes. Quieren que se sepa que pudieron enfrentar a Israel”, indicó.
Szajman se pregunta hoy cómo es posible que hayan podido vulnerar la frontera. “Está llena de cámaras, de soldados. Todo el mundo se hace la misma pregunta. Ahora la gente pide a gritos que se entre a Gaza”, enfatizó.
En su opinión, “esto fue peor que la guerra de Yom Kippur, de hace 50 años. “Entonces Siria y Egipto entraron por zonas deshabitadas. Ahora, atacaron a la población civil, ametrallaron gente. Va a costar mucho reponerse de todo esto”, concluyó.