Aunque el dato de diciembre de ventas en las cadenas de supermercados será positivo –así lo estiman las consultoras que realizan estas mediciones–, el frenazo en el consumo producto de la aceleración inflacionaria comenzó a percibirse ya para la última semana del mes. Durante esos días previos a Año Nuevo, uno de los momentos habituales de mayor demanda de alimentos, especialmente los alusivos a las Fiestas, las ventas en las grandes cadenas cayeron cerca de 2% respecto de la misma semana del año anterior; toda una señal de que la crisis del bolsillo comenzó a sentirse. De esta manera, el 2024 arrancó con una frialdad que se ha sostenido, o incluso empeorado, en estos primeros diez días de enero, hasta en las ciudades turísticas por excelencia, aseguraron fuentes del supermercadismo.
Los aumentos se precios en las grandes cadenas se intensificaron desde que el presidente Javier Milei terminara con los controles (Precios Justos) y hubo compañías que presentaron incrementos de hasta 100%. Esta situación generó una fuerte disputa entre varios grandes proveedores y algunas cadenas, que hizo que siga habiendo faltantes de algunas marcas en las góndolas. En algunos casos, la cadena se cubre y, cartel mediante, señala los “aumentos desproporcionados” de algunos proveedores.
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Lo cierto es que más allá de la resistencia de algunas cadenas con ciertos proveedores, los aumentos aplicados durante diciembre superaron el 100% en muchos casos y ello se tradujo inmediatamente en una caída en las ventas. No fue inmediato debido a que el consumo acumulaba una inercia positiva, sumado a que diciembre es el mes de las Fiestas y en el que los sueldos se engrosan por el aguinaldo. Por eso, si bien el efecto recesivo no tardó en llegar con la fuerte suba de los precios, como las dos primeras semanas fueron buenas para las cadenas, el mes habría cerrado positivo en torno a 9% en el canal moderno, según datos preliminares de la consultora Scentia.
Fuentes de la firma precisaron que si bien aún se desconoce la performance del canal tradicional (almacenes y autoservicios independientes), la cifra tendría que ser muy negativa para que revierta el dato de las cadenas. Pero en enero el escenario sería diferente. De acuerdo con información de varios supermercados, las mermas interanuales en lo que va de este primer mes del año oscilan entre 10 y 15 por ciento.
“El dato positivo de diciembre se iba a dar por lo que sucedió en las dos primeras dos semanas. Después del 10 se frenó sensiblemente. Luego retomó un poquito para el 24, y ya después mucha gente se fue para la Costa, donde se está viendo poco movimiento”, señalaron en una cadena. Respecto de la evolución de las ventas durante enero, agregó que “arrancó flojo, con un ritmo menor al esperado” y que “están empezando a volver algunas promociones que antes no estaban, más fuertes en algunas categorías para mover unidades”. Por ejemplo, cuotas en algunos productos de electrónica y ofertas en rubros como la carne y los lácteos.
Las góndolas «frenteadas», que tanto predominaron en los últimos meses, ahora volverán a la normalidad debido a la caída de ventas y a la mayor entrega de los proveedores
El mercado espera que este inicio de algunas promociones se agudice en los próximo dos o tres meses, “cuando los volúmenes caigan fuerte y se termine la pelea entre los proveedores y las cadenas por las listas de precios”. “Cuando pase eso, la industria va a aflojar un poco esta guerra que tiene con los súper y van a activar las promos para no perder tanto”, señaló un consultor.
En otra cadena coincidieron en que comenzarán a verse las activaciones promocionales, pero “manteniendo el precio regular” de los productos. “Lo que va a empezar a verse, más hacia fines de enero seguramente, son bajas circunstanciales de precio”, dijo una fuente de ese retail. Por otra parte, remarcó que también volverá el protagonismo de las marcas propias o segundas marcas, que estaban estancadas por los controles de precios -que hacían que no haya diferencia con las primeras marcas- y últimamente por la falta de entregas por parte de los proveedores.
En cuanto a la brecha de precios entre las cadenas y los autoservicios independientes, en el mercado se espera con que se reduzca debido a que las empresas proveedoras, una vez liberados los controles, buscaron equiparar las listas entre ambos canales para evitar que se sigan generando distorsiones. Hasta diciembre, la brecha se mantuvo en unos 40 puntos -en la medición de una canasta comparable-, pero se espera una reducción de esa diferencia este mes. “De todos modos, los precios en los negocios de barrio también subieron mucho, por lo que el gap no va a bajar de 40 a 10″, consideraron en Scentia.