Las principales actividades de la Patagonia fueron afectadas por la profunda crisis que originó la pandemia. El turismo bajó a cero. Petróleo, minería y pesca también experimentaron fuertes caídas. La fruticultura, un oasis en medio del desierto de inversiones y ganancias.
Que la cuarentena socavó los cimientos de la economía es un hecho. Lo hizo en Argentina y en todos los países del mundo que debieron someterse a un aislamiento social preventivo ante el avance de la pandemia. Ni los países más sólidos financieramente lograron mantenerse al margen de una crisis que, por inactividad o pánico, hizo temblar hasta al propio sistema y provocó gestos políticos inimaginables.
Según un informe publicado por LTP, en la Patagonia, no hubo excepción sino más bien todo lo contrario. Las principales actividades económicas de la región, de las que viven las provincias y por las que se alimenta gran parte del territorio, se vieron afectadas enormemente. Desde las neurálgicas como el petróleo, la minería o la pesca, hasta las propias de cada región como fruticultura, el turismo o las cooperativas. Nada sobrevivió sin heridas, ni siquiera la gran porción de trabajadores del Estado, fuente inagotable de empleo en la región, que sufrieron retraso de aumentos, pagos escalonados y gran incertidumbre.
Sin embargo, la etapa de diagnósticos terminó. Con el correr de los días y el recuento de pérdidas lo que se activaron fueron los planes de subsistencia. Ahora, ya con la cuarentena de salida, llega el momento de contar los daños y rearmar lo que pueda rearmarse, en función de las posibilidades de cada provincia y con el necesario acompañamiento del Gobierno nacional, como aglutinador al mismo tiempo de perjuicios y reparos.
De más a menos
Según la actividad, los inconvenientes en la reactivación serán mayores. El caso paradigmático es el del turismo, que experimenta dos factores clave. Primero, y el más generalizado, que el aislamiento impidió que la actividad se sostuviera, y a eso se le agrega que es uno de los sectores con menos capacidad de adaptarse a las diferentes etapas de flexibilización. Sin presencia de turistas, no hay alternativas. En segundo lugar, que fueron justamente los viajeros los que trajeron en virus, y ello implicó que desde el inicio fuera uno de los rubros paralizados, y será uno de los últimos en recomponerse.
Por su parte, desde la Intercámara de la Industria Pesquera Argentina advirtieron sobre la caída significativa en el sector, tanto en precios como en volúmenes exportados durante el primer bimestre. El sector concentra sus desembarques en los puertos de la región patagónica y en la ciudad de Mar del Plata. En el primer bimestre de 2020 se registró una caída en los desembarques del 21%, con relación al mismo período de 2019, mientras que marzo la caída fue del 27%, y en abril superaría el 30%. Con estos números, se estima que las exportaciones para 2020 alcanzarían pérdidas por US$ 1.300 millones.
La excepción que hace a la regla la da el sector frutícola, que en el primer trimestre del año registró crecimiento del orden del 5% en exportación en relación a los volúmenes consolidados para este mismo período del año anterior. La fruticultura del Valle de Río Negro y Neuquén avanzó en su cosecha, en sus exportaciones y mantuvo su sistema activo, pese a las restricciones por el COVID19.
A la crisis de cada uno de los sectores, se suman las consecuencias en la cadena de comercialización. Transporte, distribución y venta forman parte de la caída y afectan directamente a la región, expandiendo las consecuencias negativas. Cada rubro, con sus particularidades, espera que con el fin de la cuarentena y el restablecimiento de las actividades, también lleguen alternativas de los Gobiernos para subsanar las pérdidas y así evitar un efecto dominó irremontable.
El salvataje al sector turístico es un reclamo unánime
El sector turístico es el más afectado por las consecuencias de la pandemia. La senadora nacional santacruceña, Ana María Ianni (Frente de Todos), aseguró en diálogo con La Tecla Patagonia que “hoy la realidad de la actividad turística es muy complicada, y afecta a gran cantidad de gente que directa o indirectamente viven de la actividad. La cadena comercial del turismo es muy amplia, las economías regionales están muy afectadas porque se cortó abruptamente la posibilidad de vender sus productos y servicios. Veníamos de una excelente temporada de verano, que apuntaba a ser histórica y esta pandemia sorprendió a todos”.
Asimismo, Ianni detalló que “en el mes de marzo, al igual que otros legisladores, presenté un proyecto para declarar la emergencia turística, donde pedíamos medidas del Gobierno Nacional para acompañar al sector. Estas ayudas fueron llegando y se están cumpliendo”, al tiempo que destacó que “es grato escuchar que más allá de los colores políticos hoy todos queremos trabajar en conjunto para poner nuevamente de pie a nuestros destinos turísticos”.
El diputado chubutense, Gustavo Menna (Juntos por el Cambio), detalló a este medio que presentó un proyecto “declarando la emergencia del sector turístico hasta el 31 de diciembre, con medidas muy concretas en materia tributaria, laboral y bancaria para el sector. Lo hemos ido conversando con prestadores de las provincias y las cámaras regionales. El propio ministro (Matías) Lammens se mostró conforme con el mismo”, y aseguró que “en nuestro región impacta con mucha intensidad porque más allá de la cuarentena y las restricciones a la circulación de personas, bienes y servicios, también hay un contexto internacional que ya venía complicado”.
Dos realidades: fruticultura en alza y pesca sin repunte
Respecto de la situación de los productores regionales en Río Negro, el diputado provincial Ramón Chioconi (Frente de Todos) consideró que “esta situación nos permite asumir ciertas deudas pendientes históricas en la Provincia. Es claro que tenemos una política tributaria regresiva donde se grava más la producción o los ingresos, y no tanto la riqueza. Es una oportunidad, y queda claro que en una situación de crisis si los muchos pequeños productores no trabajan, no recauda el Estado mientras que las grandes empresas que no pierden, no aportan nada al juego social. Es una oportunidad importante para modificar los impuestos provinciales. La crisis denuncia falencias previas”.
Por su parte, Marcelo Loyarte, Gerente General de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), destacó que “la única que no está de cuarentena es la fruticultura en general: los trabajadores, los peones rurales, el que va al empaque, los camiones, el que va al puerto, la actividad frutícola es la que le ha seguido dando vida a El Valle sino no sé qué hubiera sido de esta sociedad si la fruticultura también hubiese entrado en lo recesos que tiene el resto”, al tiempo que agregó que “poder llegar a terminar de recolectar la fruta, colocarla en los mercados y en las cámaras frigoríficas ha sido un paso significativo”.
Sobre la pesca, el dirigente chubutense Ramón Vera aseguró que “hoy vemos una realidad muy distinta a la que estábamos acostumbrados. Ha cambiado todo, no solo nuestra economía regional sino la mundial”, y lamentó que “esto recién está empezando y no estamos preparados para afrontarlo”. Respecto del futuro, dijo que “si consideramos un escenario optimista de una caída del 30% para 2020, las exportaciones van a caer S$324 millones”.
El sector ovino, lleno de incertidumbre
El presidente de la Sociedad Rural del Valle del Chubut, Ricardo Irianni, destacó que existen diferencias en la región “de acuerdo a la producción y a la zona, que mayormente se dedica a la actividad ovina extensiva”. En tal sentido, precisó que “la lana tiene garantizada la venta” y detalló que “en la provincia hay más de 3 mil productores que viven del negocio de la lana; hay grandes productores, pero la mayoría son medianos y pequeños”. Asimismo, Irianni advirtió que “en los últimos dos meses el valor ha bajado en un 20%” y respecto a la carne precisó que “ha bajado la demanda mundial” por la crisis.
El motor de la región funciona a media máquina
Respecto del sector petrolero, el diputado chubutense Gustavo Menna advirtió que “al Secretario de Energía de la Nación no le conocemos ni la voz, ni la cara. He pedido como miembro de la Comisión de Energía que se reúna y se lo cite, así define las cuestiones como el precio sostén, la movilidad de las retenciones a las exportaciones, también medidas relativas a la pesca, la lana y demás”.
Desde Neuquén, el diputado Darío Martínez celebró la instauración de un “precio sostén” del barril criollo, iniciativa que promovió desde su banca y “brindará certezas a las provincias y los inversores” en medio de la crisis.
Sobre la Minería, el dirigente neuquino Marcelo Reyes, minero de Andacollo, consideró que el sector “está en crisis porque la provincia cuenta con un solo yacimiento de producción de oro y plata, y los inversores especularon durante los últimos tres años y no invirtieron”. En tal sentido, precisó que “los capitales se fueron porque vinieron la intención de utilizar los yacimientos y marcharse”.
Por su parte, el Secretario de Minería santacruceño Gerardo Terraz detalló que se logró dar continuidad a la actividad mediante la aplicación de protocolos sanitarios, aunque el funcionamiento de los yacimientos “se vio perjudicado en su rendimiento, ya que hay trabajadores de otras provincias que no pudieron llegar hasta aquí por las medidas de prevención”.
Por Alejandro De Angelis