Luis Padrón tiene 30 y se define como un modelo de cirugías plásticas. Ya perdió la cuenta de cuántas se realizó y de cuánto gastó . “No quiero pasar más por el quirófano”, dijo.
TN – A esta altura, a Luis Padrón le resulta imposible saber cuánto dinero lleva gastado en su proyecto de parecerse lo más que pueda a un elfo. Mucho menos puede precisar la cantidad de cirugías estéticas que realizó en su cuerpo a lo largo de la última década.
Para el formoseño de 30 años, en cambio, es sencillo detallar que fue a los 14 cuando decidió que quería operarse. Tras comentarle la idea a sus padres, ellos le respondieron que no había ningún inconveniente, solo que él debía encargarse de afrontar dichos gastos.
“No me bastaba con la tintura en el pelo y los lentes de contactos. Vi en la tele a una chica rusa, que era la Barbie humana, se lo planteé a mi familia y me respondieron eso. Mi primera operación fue a los 20″, explica Padrón a TN.
Elfo o modelo de cirugías estéticas
“Me defino como modelo de cirugías plásticas, tirando a una estética fantástica, a rasgos que no son tan naturales, que marcan tendencia dentro de todo. Porque los que nos realizamos este tipo de operaciones influimos en lo que más adelante harán otras personas”, dice Padrón.
“Soy muy ambicioso y me gusta alcanzar mis objetivos. La primera cirugía fue en la nariz. A los tres meses me hice la primera sesión de cambio de color de ojos. Recién al año siguiente la mandíbula. Y a partir de ahí el pelo, las orejas, reducción de papada, cuello, entre otras”.
Padrón reveló haber sido víctima de bullying durante toda su etapa escolar: “Mucho más en la primaria, porque me gustaba teñirme el pelo, vestirme raro. Siempre fui bastante creativo. Era distinto. Y lo sufrí”.
Sus compañeros se burlaban de él e incluso llegaron a arrojarle agua hirviendo con el propósito de destruir su imagen. “La pasé verdaderamente mal. Me refugié en la literatura fantástica y la fui adaptando a mi estética”, dijo.
El formoseño posee dos licenciaturas: en Artes Visuales y en Marketing y Publicidad. “Más allá de mis redes sociales tradicionales manejo un grupo de Facebook con 40 mil personas. Allí comparto mis operaciones e incentivo a la gente para que lo haga”, indicó.
“¿Qué busqué con tantas operaciones? Ser mi propio modelo estético y parecerme lo máximo posible a un elfo (criaturas de la mitología nórdica y germánica). Particularmente a los elfos pleyadianos, que siempre digo que son ‘elfos en el espacio’: altos, pálidos, con el pelo blanco y largo, ojos negros o claros”, afirma.
Viajó por distintos países para operarse
Su familia comenzó a preocuparse cuando observaron todas sus transformaciones. “Sabían que no podían pararme ni decirme nada”, sostuvo Patrón, que comenzó a fijarse en Corea del Sur cuando descubrió que “uno de cada cinco habitantes tienen cirugías estéticas”.
“Las cirugías se llevan con orgullo. Así hay que contarlo. Si querés modificar tu cuerpo es porque te amás y querés mejorar tu calidad de vida. Ahora por suerte se está levantando el tabú en los hombres, la gente está evolucionando para bien porque se siente menos juzgada”, agrega.
Padrón viajó justamente a Corea del Sur para modificar su mandíbula. “Fue una cirugía muy extrema. Las promesas eran grandes y ni los cirujanos sabían cómo iba a quedarme. Se me cayó toda la cara después de eso. Si bien me operé en una clínica alucinante, fue una experiencia con momentos positivos y otros negativos”, recuerda.
Su “turismo quirúrgico” también incluyó viajes por Brasil, Estados Unidos y Europa: “No quiero que me tilden de adicto porque sé cuándo parar. Yo tengo un objetivo, algunas cosas las detuve porque no estaban funcionando. Y sé que hay otras que no debería haber hecho”.
“Ya ni sé cuántas operaciones tengo. Perdí la cuenta. Tampoco creo que sea importante saber cuánto dinero gasté o la cantidad de veces que ingresé al quirófano. Yo me arrepiento de nada, así hay que vivir la vida”, dice.
De las cirugías gratis a manejar campañas de marketing político
Patrón es convocado por diversos centros de cirugía estética, en donde le suelen ofrecer tratamientos novedosos sin ningún costo. También es contratado en Estados Unidos para participar en diversos shows televisivos.
“Me muevo alrededor del mundo y me pagan por ser presencia. También estoy haciendo el branding de un político. Manejo su campaña de marketing. Sé ve que soy bueno llamando la atención”, respondió entre risas.
“Me siento observado pero a mí me encanta. Antes me traía cosas negativas, pero no dejé de ser quién soy. Eso permitió que la gente me quiera mucho. Una vez que pasa el impacto de la imagen se dan cuenta que la persona es bastante real. Y que soy real en donde realmente importa, que es por dentro”, remarca.
En cuanto al futuro, admitió que le gustaría afianzarse en Estados Unidos y vivir un tiempo allá. “Quiero dejar un poco las cirugías. Hace tiempo me di cuenta que ninguna es perfecta y que nunca va a quedar como yo quiero. No quiero pasar más por el quirófano”, dice.
“Ahora estoy re metido en ser fit y estar musculoso. Me cuesta engordar así que tengo que estar comiendo cada dos horas. Por suerte me ayudan un grupo de entrenadores. Yo sé que la vejez es algo inevitable, pero siempre se puede retardarla un poco. Hoy estoy haciendo las paces con ella”, concluye.