Sigue posicionada en el 11º lugar en cantidad de muertos por millón de habitantes en una lista de 150 países. Preocupación en el Gobierno por la segunda ola de la pandemia en Europa.
El viernes 10 abril, al anunciar la segunda prórroga de la cuarentena, el presidente Alberto Fernandez afirmaba: “Nadie sabe cuándo va a terminar este martirio. Por lo tanto, la única posibilidad que tenemos es hacer lo que estamos haciendo. Y quise comparar y mostrar los resultados para que todos entendamos que esto tiene sentido. Porque, finalmente, si en verdad hubiesen sido 45.000 los casos, no quiero pensar cuántos muertos habrían caído en el camino. Son vidas que de algún modo salvamos entre todos cumpliendo con la cuarentena”. El Presidente se refería a las proyecciones que manejaban en el gobierno en ese momento, según las cuales, de no haber dictado el aislamiento obligatorio tres semanas antes, las personas contagiadas hubieran alcanzado en ese momento 45.000. Ese día, los muertos informados oficialmente eran 82 y los casos confirmados, menos de 2.000.
Casi siete meses después, los fallecidos como consecuencia del COVID-19 superan los 30.000 y los contagios detectados 1.130.533. La cifra coincide con el difícil momento económico del Gobierno y el de mayor cuestionamientos políticos, tanto externos como internos por parte de sectores del Frente de Todos, según comenta INFOBAE.
Según el último parte del Ministerio de Salud de la Nación, en las últimas 24 horas se informaron 345 muertos, número que elevó el total a 30.071 fallecidos. El primer deceso producido en Argentina se produjo el 7 de marzo, hace 235 días. Parece casi una eternidad. Se trataba de un hombre que había venido del exterior y tuvo que ser internado en el Hospital Argerich en CABA.
Ni el Presidente ni nadie en su Gobierno imaginaban llegar a finales de octubre con un pico de nuevos contagios diarios a nivel nacional y un promedio de muertos notificados en la última semana de 370 decesos.
Y si bien la cifra brindada por la cartera sanitaria en las últimas 24 horas no superó el pico de 515 informados el 9 de octubre, casi duplica los informados en el parte oficial de un mes atrás. Esto activó las alarmas en la Casa Rosada y el comité de expertos que asesora a Fernández y al ministro de Salud de la Nación, Ginés González García.
En el Gobierno miran con preocupación la segunda ola de la pandemia que se desató en Europa. Las estrategias sanitarias en cada país fueron parte de la conversación del mandatario argentino con su par francés, Emmanuel Macron, hace diez días, en la que coincidieron en la necesidad de declarar a la vacuna como “bien público mundial”.
Hoy el presidente francés anunció un recrudecimiento de las restricciones sanitarias a nivel nacional en su país para frenar el nuevo avance del COVID-19. Francia reportó casi 36.437 nuevos casos y 244 muertes este miércoles, lo que lleva el total a 1.235.132 contagios acumulados y 35.785 muertos totales. El ritmo de nuevos muertos en Francia es más bajo que el de Argentina, pero el de nuevos contagios diarios es más del doble.
Del total de muertes por coronavirus informadas a la fecha por el Ministerio de Salud de la Nación, el 58% residía en la Provincia de Buenos Aires; el 16% en el distrito porteño; y el 26% restante en las demás provincias.
La cifra acumulada desde el inicio de la pandemia equivale a una mortalidad de 675 fallecidos por millón de habitantes, el doble que hace poco más de un mes. De acuerdo a los datos oficiales, Argentina sigue posicionada en el 11º lugar en una lista de 150 países con población mayor a un millón de habitantes, que actualiza diariamente la Universidad Johns Hopkins, de Estados Unidos.
Pese al recrudecimiento de la segunda ola en Europa, nuestro país sigue teniendo hasta ahora una mortalidad mayor a la registrada en Italia, Francia, Suecia y Colombia, aunque es menor que la de Bélgica, España y el Reino Unido, que están entre los países europeos más afectados.
Dentro del continente americano, la mortalidad por millón de habitantes de Argentina (675) está por debajo de Perú (1.071), Bolivia (764), Brasil (754), Chile (749), Ecuador (739), México (720) y Estados Unidos (693).
No es el único indicador que permite evaluar el impacto de la pandemia. La letalidad – que mide la cantidad de fallecidos con relación a los casos detectados con COVID-19- en Argentina es del 3%. Significa que de cada 100 contagiados, mueren 3 personas. El valor se corresponde con la media mundial y ubica a nuestro país en el puesto número 47 sobre 150 naciones, con un valor más bajo que México (10), Ecuador (8), Italia (7), Suecia y Reino Unido (5).
Con este valor podría decirse que, hasta ahora, el sistema sanitario respondió bien, aunque este indicador está estrechamente vinculado a la cantidad de tests para identificar a las personas contagiadas. Con 64.267 test por millón de habitantes, Argentina sigue estando muy por debajo de países como Dinamarca, que registra 864.158 sobre esa misma base poblacional.
La respuesta del sistema sanitario
Los países europeos, durante la primera ola, tuvieron un ritmo muy acelerado de contagios y eso llevó al colapso de los servicios de terapia intensiva, que se vieron desbordados. Cuando las Unidades de terapia Intensiva (UTI) se saturan, se deben aplicar estrategias de selección y clasificación de pacientes, en caso de no tener suficiente equipo para atender toda la demanda de asistencia. Y el mayor limitante en todo el mundo -Argentina no fue la excepción- viene siendo el personal de la salud, que no es fácil de capacitar ni de reemplazar.
La consecuencia fue un alto número de muertos en un corto plazo de tiempo. Países como Bélgica, llegaron a tener en un solo día 25 muertos por millón de habitantes; una cifra bastante superior a la de Argentina, que mostró un pico de 7 para el mismo indicador, entre fines de septiembre y la primera quincena de octubre.
Sobre los últimos 15 días no es posible sacar conclusiones para Argentina, porque los retrasos en la carga de fallecidos por fecha real de muerte, no permiten un análisis completo de las dos últimas semanas en cuanto a la progresión a los decesos y cómo impacta día a día en los indicadores de mortalidad. Esta es una de las razones por las que no se puede analizar el día a día de este indicador, ya que no refleja la situación actual.
Desde el gobierno siguen sosteniendo que los indicadores de mortalidad no fueron mayores porque el sistema sanitario no colapsó. A nivel nacional, la ocupación de camas UTI es del 64% y la cifra se mantuvo relativamente estable en lo que va del mes.
Pero una cosa son los porcentajes generales y otra lo que ocurre dentro de cada jurisdicción. En Río Negro hay terapias intensivas saturadas y en Córdoba se registró una ocupación cercana al 80%.
En cambio, en el distrito porteño, esta semana, la ocupación de camas UTI en hospitales públicos descendió a su nivel más bajo desde fines de julio y con los datos de ayer registró el 39%. En AMBA, los porcentajes mostraron un ligero descenso y el 62,5% que se alcanzó en la última semana fue la cifra más baja desde agosto.
La capacidad del sistema hospitalario incide en la mortalidad y la letalidad, pero no es lo único a tener en cuenta: la edad de los contagiados y las enfermedades de base como las oncológicas, también inciden entre los factores que pueden desencadenar la muerte.
Incluso el sexo influye: a nivel global mueren más hombres que mujeres por COVID-19. Según un estudio publicado en agosto pasado por la revista Nature, las mujeres muestran mejor respuesta ante el contagio, aunque las razones siguen siendo un misterio. Una posible explicación podría centrarse en la forma en que responden el sistema inmunológico y también el endocrino.
En Argentina, del total de muertes por coronavirus el 56% fueron hombres y el restante 43% mujeres. En el 1% de los casos, no hay datos.
Qué pasó en las provincias
Se analiza por distrito, la Ciudad de Buenos Aires tiene el peor valor en mortalidad por COVID-19: 1.544 fallecidos por cada millón de habitantes. Con menores valores se posicionan Jujuy (1.036) y Buenos Aires (978). En el resto de las provincias el indicador varía entre 800 y 100 muertos por millón. Con cifras por debajo del centenar se ubican La Pampa (78) y Corrientes (37).
Las provincias con mejores indicadores en cuanto a la mortalidad son Misiones y Formosa. Catamarca hasta ahora no registró fallecidos.
En cuanto a la letalidad -fallecidos en relación a los casos detectados de COVID-19-, San Juan está al tope del ranking con 5 fallecidos por cada 100.000 positivos. Le siguen Jujuy y Salta con el 4%; Buenos Aires, CABA, La Rioja y Chaco muestran valores encuadrados en la media nacional, 3%. El resto de las provincias se ubican por debajo.
Finalmente, las consecuencias del COVID-19 no se agotan en los fallecimientos. El impacto en el mediano y largo plazo aún es desconocido ya que aún con el alta médica, muchos recuperados continúan presentando síntomas como fatiga, entre otros, aún hasta 2 o 3 meses posteriores al diagnóstico. En opinión de los expertos, aún no se conoce a ciencia cierta la magnitud del problema.
¿Cómo se procesó la información?
La Unidad de Datos de Infobae monitorea diariamente distintas fuentes de información. A nivel nacional el Ministerio de Salud, y a nivel mundial, el repositorio de la Universidad Johns Hopkins y de Worldometers.
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