Días atrás y luego de varias jornadas en las cuales permanecieron aisladas, las Carmelitas Descalzas del Monasterio de Diadema Argentina recibieron el alta médica tras vencer al coronavirus.
“Después de todo el proceso que han estado pasando, el sábado a la mañana pudieron reunirse todas para el desayuno, así que fue una alegría muy grande el estar juntas y el poder conversar, porque cada una había hecho el aislamiento como el médico les pedía”, comentó el obispo de Comodoro Rivadavia, Joaquín Gimeno Lahoz a Crónica.
Difícil de superar
Al mismo tiempo, destacó que el Covid-19 fue algo difícil de superar para las carmelitas. “Todos los días estoy en comunicación con ellas y vi un proceso que iban mejorando constantemente. Ya cuando les dieron el alta epidemiológica fue para ellas una reflexión de decir cuánto les ha servido este tiempo para pensar y rezar, esos valores que uno los vive de una manera casi inconsciente y sin embargo cuando llega el momento de silencio, soledad y del dolor, hace que se vayan encarnando de una forma más fuerte”.
Cuidados
Por otro lado, el obispo afirmó que de ahora en adelante, las hermanas continuarán cuidándose y extremando las precauciones frente al coronavirus. “En eso han sido siempre muy cuidadosas. El convento tiene una disciplina muy fuerte y que por supuesto es avalado por todas las hermanitas, porque es la manera de crecer como comunidad y como personas. Estar bien es la clave, no solo con Dios, sino también con el resto de esa familia que forma un monasterio”.
Gratificante ayuda
Finalizando, resaltó la ayuda que han tenido las carmelitas durante su periodo de aislamiento y enfatizó “están muy agradecidas porque han tenido un respaldo muy fuerte de todos, de religiosos, sacerdotes e instituciones y un poco sorprendidas de todo lo brindado por la comunidad de Diadema Argentina, Comodoro, Rada Tilly y zonas aledañas”.
El Padre Oscar Ramos a Colombia
Por último, Gimeno Lahoz dijo que el Padre Oscar Ramos volverá a su Colombia natal. “Lo hará el próximo domingo y ya anunció su despedida a la comunidad de San Cayetano. Era algo previsto porque iba a regresar a su país la semana de pascuas, pero la pandemia hizo que pudiéramos disfrutarlo casi hasta fin de año. Se entregó totalmente, estuvo siempre muy cerca de los pobres y por ello mi gratitud y de la diócesis de esa comunidad por su disponibilidad y entrega al servicio del pueblo de Dios durante casi 6 años y de una manera muy generosa”, finalizó.
Fuente: cronica.com
