Los posibles candidatos a vice del Presidente: De aquí al 22 de junio Cambiemos tiene que definir quién acompañará a Macri en la boleta para las elecciones del 27 de octubre. Lousteau y Cornejo están en la grilla, pero no está descartada una postulación a puro PRO. El macrismo analiza cómo conseguir que sus aliados estén alineados.
La lista está abierta. En la Rosada aseguran estar dispuestos a debatirla. Los candidatos a vice que podrían acompañar a Mauricio Macri serán parte de la negociación que emprenderán con los radicales luego de la Convención. La UCR ratificó la continuidad en Cambiemos pero pidió una serie de modificaciones y creó una comisión encabezada por Alfredo Cornejo que se encargará de debatir los lugares en las listas. Las posibilidades para integrar la fórmula con Macri van de un séquito de radicales (todos varones) como Martín Lousteau o Mario Negri, a la idea lejana de que lo acompañe un peronista como Juan Manuel Urtubey o Miguel Pichetto, o bien a las opciones PRO puras como Gabriela Michetti, que vienen en baja a partir de la caída en las encuestas del presidente y su necesidad de contener a los aliados.
La discusión del candidato a vice es, en rigor, la única que en la Rosada están dispuestos a dar con la UCR. La idea de ir a unas PASO contra Macri no tiene quórum y, en caso de intentarlo, ya amenazaron con obligar al radicalismo a ir con listas propias y, en caso de perder, quedarse sin una sola banca (el que gana se lleva todo). En la Convención del 27 de mayo los radicales incluyeron una cláusula en la que plantean discutir, específicamente, que eso no pueda suceder y que ellos puedan colgar sus listas de cualquier boleta presidencial.
La otra discusión que no tiene margen en el Gobierno es la del Plan V. Hay radicales, como Cornejo o Julio Cobos, que expresan su preferencia por que Macri se baje. Hasta ahora, en su entorno insisten en que esa posibilidad no existe. E indican que las diferencias en las encuestas con María Eugenia Vidal no son tan significativas como para ir a un cambio de fórmula, con todo lo que eso implicaría de admisión de la crisis y el fracaso.
Entre las opciones figuran:
Martín Lousteau. hasta ahora no expresó su voluntad de ocupar ese cargo, pero sí tuvo una cantidad sugestiva de reuniones con Macri. Hay quien dice que el Presidente podría aceptarlo como compañero de fórmula, pero no así Marcos Peña. El ex ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner ha recorrido un largo camino: en 2015 estuvo por destronar al PRO en la Ciudad de Buenos Aires (quedó a 3 puntos de Horacio Rodríguez Larreta), luego fue embajador en Washington de Macri, cargo que dejó para volver a pelearles la Ciudad en 2017, cuando tuvo un resultado menor al esperado. Ahora insiste –y hay que prestar atención a lo que dice– con que no será candidato de un espacio como Cambiemos si no se amplía a otros sectores. El otro problema que tiene la candidatura de Lousteau es Elisa Carrió. “Tiene mucho olor a Nosiglia”, dicen en los pasillos de la Rosada. “Y Lilita te veta cualquier cosa con olor al Coti”.
Alfredo Cornejo. Sin posibilidad de reelección en Mendoza, sería otro posible candidato a proponer por parte de la UCR. No obstante, no cuenta con el agrado ni de Peña ni de Macri, quien no le perdona al presidente del Comité nacional de la UCR que haya expresado que Macri podría no presentarse por la reelección. Peña no debe haber quedado muy contento luego de que sugirió, ante empresarios estadounidenses, que en un segundo mandato ya no debería seguir como jefe de Gabinete. La relación con Cornejo es ríspida y es difícil que sea aceptado, pero es, a su vez, quien conduce la comisión negociadora y tiene mayoría para aprobar las propuestas.
Mario Negri. Apareció con fuerza en la última semana, sobre todo por la estima que le tienen en la Rosada. Tanto Macri como Peña podrían aceptarlo como candidato, pero su principal problema son los enemigos internos que tiene en el radicalismo. Ni Cornejo, ni Nosiglia, ni Ernesto Sanz serían partidarios de proponer a Negri. ¿Podría Macri ningunear a estos radicales y elegirlo igual? Lo hizo cuando seleccionó a los ministros para su gobierno en 2016. “Pero no estamos más en 2016 –recuerda un funcionario con varias batallas electorales encima– y en 2019 no nos podemos dar el lujo de no atender el reclamo de los radicales”. Otro problema, formal, es que Cambiemos dispuso que quienes compitieran en elecciones provinciales no podrían hacerlo en las nacionales, y Negri ya fue candidato a gobernador en Córdoba. . ]
Ernesto Sanz. Eterno consejero radical en las sombras de Macri –al comienzo de su gobierno tenía destino en el ministerio de Justicia, pero no lo aceptó–, el ex titular de la UCR es otro de los que suena como compañero de fórmula. Su lugar en las mesas de discusión política, sean grandes o chicas, se fue desdibujando y, por un tiempo, dejó de asistir a reuniones en la Rosada. Lo repatriaron durante la crisis de 2018. Su nombre podría ser un punto intermedio entre lo que Macri querría y los radicales pueden proponer, pero está por verse.
La opción peronista. No faltaron quienes indicaron que, con el cambio de escenario que implicó la candidatura de Alberto Fernández, Macri debería llevar a un compañero de fórmula peronista. En el comando de campaña del PRO no se animaron a descartarlo, pero hay mucho escepticismo sobre que algún dirigente peronista de peso logre sumarse en un momento en el que el Gobierno está en baja. Los nombres con los que soñaban algunos de los contertulios de Macri son Miguel Pichetto o Juan Manuel Urtubey.
Una fórmula PRO pura. Antes de la crisis de 2018, esta era la opción más segura. Y es la que sigue proponiendo, por ejemplo, Jaime Durán Barba: una mujer y del PRO. La que iba primera en el ranking era Gabriela Michetti. Se sabe: Macri no es de hacer grandes cambios y estaba dispuesto a repetir la fórmula. Otras opciones que sonaron en su momento fueron la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y la de Seguridad, Patricia Bullrich, aunque esta última con pocas chances.