Esta semana Argentina será el lugar más caluroso de la Tierra durante algunos momentos.
Un golpe de calor puede ser una amenaza para la vida y más aún si, cuando ocurre, no se actúa de la manera correcta. El principal consejo es bajar la temperatura corporal, pero nunca debe hacerse de forma brusca, sino que el enfriamiento del cuerpo debe ser progresivo.
José Miguel Mansilla, profesor de Enfermería en Atención Primaria y Comunitaria y Salud Pública en la Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud de la Universidad Europea, explica que lo que ocurre durante las olas de calor es que las temperaturas “son muy extremas y durante muchas horas al día, y eso es lo que las hace tan peligrosas”.
Para compensar ese exceso de calor nuestro organismo pierde mucho líquido a través del sudor y sufrimos una mayor vasodilatación. Lo que debemos hacer ante esta situación es recuperar ese líquido bebiendo agua y evitando los lugares expuestos al sol.
Las 3 cosas que hacemos mal cuando hace mucho calor
Mansilla cree que se suele hablar más de los consejos preventivos para evitar los golpes de calor, pero se habla mucho menos de las prácticas que resultan peligrosas. “Cuando hace mucho calor se tiende a creer que pasar al otro extremo es lo adecuado, pero no es así en absoluto”.
- La hidratación no debe ser con agua extremadamente fría, sino fresca. Debemos beber de forma constante.
- Son aconsejables las duchas frecuentes, pero nunca a temperatura muy fría. Si se desea una ducha fresca, es preferible empezar con agua templada e ir bajándola progresivamente.
- Nunca tirarse a la piscina (y mucho menos a un río) de golpe. Debemos introducirnos en el agua progresivamente.
Estos consejos sirven para cualquier persona, pero deben extremarse las precauciones en personas con problemas cardiovasculares porque tienen un mayor riesgo de sufrir un shock.
Medidas preventivas para pasar la ola de calor
- Beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed y con independencia de la actividad física que se realice.
- No abusar de las bebidas con cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, ya que pueden hacer perder más líquido corporal.
- Aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con el calor, se debe prestar especial atención a bebés y niños pequeños, mayores y personas con enfermedades que puedan agravarse con el calor y la deshidratación, como las patologías cardíacas.
- Procurar reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas más calurosas (de 12.00 a 17.00).
- Usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
- Nunca dejar a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a niños, ancianos o enfermos crónicos).
- Consultar al médico ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.
- Hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.).
Fuente: TN