El conflicto abierto entre Estados Unidos e Irán, que ya acumula más de una docena de bombas lanzadas, impacta en la industria petrolera argentina y en Vaca Muerta en particular pero no de forma positiva.
Mientras son muchos los que esperan que el conflicto lleve a un alza en el precio internacional del petróleo que reactive el nivel de perforaciones en Vaca Muerta, para el economista y miembro de la Ceipa, Gonzalo Echegaray, el impacto podría ser totalmente el opuesto.
El secretario de Relaciones Institucionales de la Cámara de Empresas de la industria Petrolera y afines (Ceipa) explicó que “a diferencia del bombardeo de hace unos años en Arabia Saudita que llevó el precio del barril por sobre los 70 dólares durante mucho tiempo, ahora con esta última escalada de violencia tuvo un valor máximo de 70 dólares y volvió a los 65 y está planchado”.
Echegaray explicó que “esto refleja que el mercado no espera una escalada de violencia o no espera que afecte la oferta de petróleo disponible. Entonces lo que vemos es volatilidad, precios que suben y bajan rápidamente”.
Este cambio de conductas en los inversores internacionales tiene incidencia en el país. “Eso nos afecta porque puede llevar a un freno en las inversiones porque mucha gente se está yendo a otros activos más estables como el oro, porque en el escenario pesa además la volatilidad propia que tiene Estados Unidos ante un año electoral”.
Echegaray no compartió la esperanza de algunos actores de la industria de que el conflicto en Oriente atraiga inversiones a la formación no convencional local, y remarcó que en el análisis debe sumarse además la imagen de Argentina ante Estados Unidos ante situaciones vinculadas por ejemplo con Bolivia y Venezuela.
“Hoy Estados Unidos no sólo está mirando la relación del gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sino todo”, indicó, aunque consideró que “los compromisos de inversiones se van a respetar porque también son empresas que ya tienen desarrollos en marcha que no se pueden frenar de golpe, el tema es todo lo demás”.
En ese sentido Echegaray advirtió –según publica Diario Río Negro– que “desde la Ceipa vemos una señal muy distinta en la crisis que estamos atravesando en comparación con la del 2014/2015 que los equipos que se bajaron no salieron del país”.
En esa crisis abierta por una caída del precio internacional del petróleo gran parte de las torres de perforación que estaban en la zona fueron repatriadas en sus países de origen o bien redestinadas a otras cuencas del mundo. Sin embargo, de momento las torres se mantienen inactivas pero dentro del país, e incluso muchas permanecen a la espera dentro de las mismas áreas petroleras.
Para el secretario de la Ceipa “eso marca que están esperando las condiciones para reactivar rápidamente, pero faltan definiciones nacionales y en esa incertidumbre la crisis internacional de Estados Unidos tampoco nos ayuda”.