La vida de Mario Sergio Rolando Chini, fallecido durante Nochebuena en un enfrentamiento con la Policía

Finalmente, el delincuente murió en el marco de lo que todo indica fue un enfrentamiento con la policía. Su nombre apareció por primera vez en las páginas policiales en 2009. Fueron 13 años intensos, que…

domingo 25/12/2022 - 22:00
Compartí esta noticia

Finalmente, el delincuente murió en el marco de lo que todo indica fue un enfrentamiento con la policía. Su nombre apareció por primera vez en las páginas policiales en 2009. Fueron 13 años intensos, que incluyeron una investigación por homicidio, robos, incendios en prisión y asaltos a mano armada. Su carrera delictiva concluyó a los 31 años.

El 22 de febrero de 2009, el ciudadano paraguayo Marino Alfonso Duarte (34) fue víctima de delincuentes que quisieron cobrarle “peaje” y lo mataron de dos balazos. Ocurrió en las 1008 Viviendas, donde nació y se crio Mario Sergio Rolando Chini, introduce el informe de El Patagónico.

La víctima era obrero de la construcción y había llegado en 2006 a Comodoro Rivadavia desde Acahay, Paraguay. Residía en el barrio 30 de Octubre, donde ese día, sobre las 10:30, resultó asesinado de un disparo en la cabeza, además de recibir otro en un brazo.

Regresaba a su casa de comprar carne de un supermercado y fue ultimado frente a su sobrino por un grupo de delincuentes que le robó el dinero que llevaba consigo y su teléfono celular. Duarte cayó muerto en el estacionamiento del sector 7 y 8, entre las calles Emigidio y Medrano de las 1008 Viviendas. Aunque la condena por ese hecho fue para David Celestino Pacheco, fuentes de la investigación ubicaron a Chini como uno de los participantes del hecho. Tenía entonces 18 años.

CON PROTECCION POLICIAL

Una de las causas resonantes que tuvo en su haber Chini fue un violento robo a tres mujeres que residían en un departamento de las 1008 Viviendas. El mismo se registró a principios de agosto de 2014, cuando Chini ya tenía 23 años.

Según la investigación de ese momento del fiscal Héctor Iturrioz, un subcomisario fue imputado por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, en concurso real, con privación ilegítima de la libertad de Chini. El entonces segundo jefe de la Seccional Quinta fue investigado por los delitos ocurridos el 3 y 8 de agosto de ese año, luego de que Chini fuera denunciado por golpear y robar todas sus pertenencias a las mujeres que vivían en el departamento «A» del edificio 78 del barrio 30 de Octubre, para luego usurparlo.

El individuo permaneció prófugo cinco días y fue imputado por el juez Miguel Caviglia por los delitos de robo agravado con el uso de arma de fuego, lesiones y amenazas. En esa audiencia judicial recibió arresto domiciliario y a las cuatro horas llamó a una de las víctimas para amenazarla nuevamente. Cuando la policía fue a verificar si se encontraba en el domicilio del barrio Pietrobelli, donde tenía que cumplir el arresto domiciliario, ya no estaba.

Las denuncias de las víctimas, los dichos del propio Chini y la investigación fiscal centraron las sospechas contra el subcomisario, quien no dio intervención en tiempo y forma sobre la denuncia de robo al Ministerio Público Fiscal.

La presunción tomó mayor asidero tras la detención de Chini. Según sus propios dichos durante la audiencia de control, frente a un juez de garantías, fiscales y abogado defensor, se refirió a su relación con el jefe policial y dijo que el mismo iba a hacer «un simulacro de detención para calmar a esta gente» (las mujeres denunciantes) y que por ello fue trasladado a la comisaría.

Los dichos de Chini constan en el registro grabado de la audiencia. Según éste, el jefe policial «le ordenó al personal a su cargo que a Chini no lo molestaran y que inmediatamente recupere la libertad».

La gravedad de la situación llevó a la Fiscalía a actuar de oficio y hasta allanar la comisaría del barrio Isidro Quiroga.

En los registros de las cámaras de seguridad de la comisaría se observó cuando el subcomisario trasladó a Chini en la noche del robo hasta la dependencia utilizando una puerta trasera, pero no en calidad de detenido. Luego, Chini regresó a su casa en remis.

LA FISCALIA DEJO CAER LA CAUSA

Esa sería una de las evidencias para que después de un año y tres meses la Fiscalía formalizara la investigación en su contra. “Resulta de fundamental importancia para el Ministerio Público Fiscal exigir de manera irrestricta a la fuerza policial que cumpla en todos los casos con la inmediata noticia que prevé el artículo 266 del Código Procesal Penal, posibilitando así la dirección y supervisión de la investigación correspondiente», sostuvo aquella vez el procurador Jorge Miquelarena.

El jefe policial dejó de cumplir servicio, pero de todos modos cobraría sus haberes salariales todos los meses. En cuanto a la causa judicial tampoco se conoció alguna condena respecto de la grave investigación sobre la presunta protección y connivencia policial a Chini. Iturrioz dejó caer esa causa del subcomisario de la Seccional Quinta.

PROFUGO EN SU CIUDAD

Chini jamás renunció a su vida al margen de la ley y aprovechándose de los vericuetos legales puede decirse que prácticamente pasó más tiempo en libertad que tras las rejas. Y cuando ocurrió esto último también dejó su huella. Para delinquir, no tenía reparos en hurtar objetos de un patio, como en ingresar con un arma a un negocio, solo o acompañado. Algún taxista también fue su víctima. De lo que no quedó registro es que hubiera protagonizado algún otro homicidio.

Su base de operaciones siempre fue algún departamento de las 1008 Viviendas, donde residía su pareja que supo acompañarlo en algún que otro delito. Algunos de ellos los cometía durante sus salidas transitorias.

Chini cumplió condena por un robo cometido el 30 de julio de 2016, por el que fue condenado el 19 de mayo del 2017 a 4 años de prisión efectiva y declaración de reincidencia, como coautor del delito de “robo agravado por el uso de arma de fuego, cuya aptitud para el disparo no pudo ser acreditada”.

A LO BONNIE AND CLYDE

A las 17:35 del 23 de septiembre de 2019, su pareja Gladys Quevedo ingresó a un local comercial ubicado en avenida Kennedy al 3000 y luego de consultar por diferentes prendas de vestir que se encontraban a la venta y seleccionar un par de zapatillas, Chini extrajo un arma de fuego y apuntó a la vendedora; fue del otro lado del mostrador, la tomó del cabello y la arrojó al suelo rompiendo a su vez una vitrina.

Por su parte Quevedo tomó la computadora que se encontraba en el mostrador y el teléfono fijo, al tiempo que Chini sacó de la caja registradora el dinero en efectivo y se llevó el celular de la vendedora.

Después de su condena por temor a su integridad física, Chini debía ser resguardado por la policía. Así lo ordenó el juez Mariano Nicosia luego de que se solicitara el traslado a Comodoro Rivadavia desde Trelew, donde fue apuñalado por otro interno, también de Comodoro.

Hay que recordar que Chini generó un incendio en la celda que ocupaba en la Seccional Tercera y a partir de ese incidente lo trasladaron al valle de Chubut.

Hace una semana Chini reaparecería por un robo cometido en una vivienda del barrio Ceferino. El delito incluyó un escalamiento, huida y caída con golpes. Fue el sábado 17 de diciembre alrededor de las 18. El lunes 19 le dictaron 20 días de prisión preventiva y menos de 48 horas después huyó cuando lo habían llevado al Hospital Regional para ser atendido por los golpes recibidos en su último delito. La libertad esta vez le duró poco: apenas 72 horas.

Compartí esta noticia