El gobernador Mario Das Neves dijo que extraña las editoriales donde no se desfocaliza y le dan el tratamiento deseado por el oficialismo a los temas que le competen a los chubutenses. Desde El Comodoronse haremos el esfuerzo por complacer al gobernador y ensayamos nuevamente una editorial.
La pérdida del control de la Legislatura, la confrontación con los sindicatos, y la falta de candidatos con peso propio llevó al gobierno a cambiar de estrategia política, mostrándose como víctimas de sectores de la prensa, de los jueces y de la oposición que quieren golpear la gestión para desgastarlo.
Das Neves aspirará a dividir a la sociedad en dos antes del 20 de marzo. Los que están con el Modelo y los que quieren “tomar por asalto el estado”, confió a El Comodorense un operador oficial.
La estrategia del gobernador será ponerse al frente de la campaña electoral. En la intimidad de Fontana 50, se sienten acorralados por la fuga de voluntades al Nuevo Espacio y buscan redoblar la apuesta que se ve perjudicada con la «agudización de las contradicciones» en su doble discurso.
Desde que el gobernador decidió emprender su aventura presidencial ha focalizado su discurso en exclusividad en lo que dice o deja de decir el Gobierno Nacional y se ha convertido en el portador del virus de la violencia verbal e icónica que hoy se despliega por la provincia de Chubut que terminará afectando la vida del conjunto de la sociedad.
La radicalidad de la crispación está entre nosotros y su lugar de enunciación no es otro que el propio gobernador, donde no se discute: ¿qué provincia queremos?; ¿Qué política de preservación de los recursos naturales debemos implementar?; o ¿Por qué no hay una política de derechos humanos?
La violencia y el miedo se han instalado en Chubut de la mano de la voluntad autoritaria y prontamente omnipotente del dasnevismo después que anuncie la devaluada fórmula oficialista el 9 de noviembre.
Teoría del doble discurso
El doble discurso del gobernador no tiene límites. A nivel provincial promueve no hablar de candidaturas y al día siguiente aparece en los medios nacionales con su campaña proselitista. A nivel nacional se muestra como un hombre de diálogo y consenso mientras que en la provincia pulveriza a todo aquel que piense distinto.
Das Neves “desnudo” su verdadero propósito de los repudiables incidentes que ocurrieron en Madryn “en la sociedad paga bien ser víctima de la política”. ¿Necesita victimizarse cuando ostenta la imagen positiva más alta de la provincia?
La que perdió, sin dudas, después de lo sucedido el último martes fue la política. No hay un dirigente con la capacidad de oponerse al clima de crispación social. Por su parte, el Nuevo Espacio plantea la interna desde un punto de vista ideológico y no doctrinario. ¿Yahuar y Di Pierro representan la izquierda y progresismo?
Como sucede en el escenario nacional donde todo gira en torno a la figura del ex presidente Néstor Kirchner en la provincia pasa lo mismo con Mario Das Neves.
No existen líderes redentores, tampoco sirve la fe en las soluciones mágicas, el impulso de la oposición es nulo cuando solo salen a exculparse achacando los males a otros. En fin la mayoría de la población parece no perder la fe en el peronismo en el próximo turno.
Sin embargo, la negación de la realidad (inseguridad, criminalidad, destrucción de las instituciones, ataque permanente a la prensa independiente) y la soberbia desconsiderada del gobernador -de carácter profundamente narcisista- están llevando a rifar todo el caudal político que construyo desde el 2003 y sobre todo está desvalorizando el poder de la palabra empeñada uno de los baluartes del dasnevismo. ¿Cuánto han perjudicado la figura del gobernador los que practican la obsecuencia a diario?; ¿Es necesario llevarlo hasta el endiosamiento?
El mejor gobernador del país en el 2007 y hasta ahora el mejor de la historia de la provincia puede terminar tristemente su mandato con un baño de realidad que no es la que describen diariamente su séquito más cercano. El horizonte de expectativas está absolutamente distorsionado por las ilusiones y las consecuencias se traducen en un sinnúmero de fracasos que son compulsivamente repetitivos.