El grupo de telefonía, internet y multimedios comandado por Héctor Magnetto se lleva más del 20% del gasto publicitario del Estado. Grupo Clarín es el gran aliado del Gobierno de Cambiemos y oculta el descalabro a cambio de $549 millones en 2017, más de $ 1,5 millón diarios en aquel momento. ¿Hubo una merma en 2018, año de ajuste? No importa, ya está el Plan B en marcha para aspirar dinero en todas las provincias y todos los municipios. Esto no es una crítica sino solo una reflexión sobre esa curiosidad de un emporio privado montado sobre recursos del Estado.
Martín Etchevers, ejecutivo de Clarín, es un muy idóneo presidente de Adepa (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas). La presencia de Etchevers, que transparenta la hegemonía de Clarín en esa entidad gremial periodística, es reforzada por la acertada designación de Andrés D’Alessandro, ex Fopea, como director ejecutivo.
Sin embargo, la bonhomía de Etchevers termina confrontando con la voracidad de Clarín, holding al que Héctor Magnetto impuso su ley: «Todo es poco».
En el ámbito de la Cámara de Diputados de la Nación, Etchevers leyó un discurso en cuyo 3er. párrafo expresó:
«(…) En Adepa están representados todos. Medios grandes, medianos y pequeños. De las más diversas líneas editoriales. De Capital Federal y de todas las provincias. Algunos más que centenarios, otros que nacieron al calor de la revolución digital. (…)».
Resulta difícil comprender esta supuesta voluntad de contención con decisiones empresariales como el flamante proyecto VíaPaís, presentado como «la 1° red nacional de noticias locales de último momento.»
Así como Diario Clarín ingresó al Gran Buenos Aires con suplementos zonales o municipales para absorber el presupuesto publicitario de los gobiernos comunales del área metropolitana, ahora el multimedios inicia un proyecto para, además de reasignar recursos humanos y tecnológicos domésticos, repetir el modelo y pasar su aspiradora por los municipios y las gobernaciones, de manera tal de compensar la caída en el presupuesto del Estado Nacional.
La herramienta para esa estrategia, tal como se mencionó, es ViaPaís, que ha comenzado a conseguir acuerdos con algunos intendentes y gobernadores, y seguramente le costará carísimo a las humildes páginas webs locales en esos territorios ya que ViaPaís llega con todos los recursos del multimedios.
Entonces, el supuesto de representación en Adepa «de todos los medios» es relativo, condicionado a los intereses comerciales de Clarín.
De alguna manera ViaPaís repite el esquema que llevó a Grupo Clarín a la gran expansión de Multicanal en los años ’90, convirtiendo el pequeño canal de cable en el barrio de San Telmo de Raúl Naya en una estructura nacional que finalmente se engulló a Cablevisión con la asistencia financiera del mexicano David Martínez, y el amparo de Néstor Kirchner/Alberto Fernández. La pelea llegó mucho después, por Telecom, tal como se sabe.
Multicanal llegaba al interior con un arma letal: el fútbol codificado que le había aportado la sociedad con Torneos y Competencias, y que no se le permitía ofrecer a los cables de cientos de localidades de todo el país.
VíaPaís es un producto de CMI Comercializadora de Medios del Interior, una sociedad anónima de Grupo Clarín que se especializa en la venta de espacios publicitarios en un ramillete de medios: la revista dominical Rumbos y los diarios La Voz del Interior (ciudad de Córdoba), Los Andes (Posadas, Misiones), y El Comercial (ciudad de Formosa).
CMI Comercializadora de Medios del Interior oferta diversas soluciones publicitarias, que incluyen lo digital, tanto formatos para móviles como e-mail marketing, publinotas, etc.
Urgente 24 no cuestiona la expansión de Grupo Clarín pero sí le parece importante señalar la contradicción entre el discurso y la realidad.
Luego, es interesante recordar algo más: la expansión de Grupo Clarín a partir de conseguir el favor del Estado.
Durante el Proceso de Reorganización Nacional, Clarín consiguió Papel Prensa, la financiación del estatal ex Banco Nacional de Desarrollo para levantar la planta en la bonaerense San Pedro, y sucesivas ampliaciones, además de diversos favores tributarios y de tarifa eléctrica bonaerense.
Durante los días de Carlos Menem, pudo normalizar su compra de Radio Mitre y FM100, luego quedarse con la privatización de Canal 13, saltó sobre los diarios Los Andes y La Voz del Interior, multiplicó su presencia en radios y canales de TV del interior, creó Multicanal -que precisaba o de regulaciones del exComfer o de la no aplicación de las regulaciones vigentes-. También el monopolio de la telefonía móvil en el interior del país (CTI Personal) y la autorización para DirecTV Argentina.
Durante los breves días de Eduardo Duhalde consiguió la modificación de la Ley de Quiebras para impedir que acreedores extranjeros ejecutaran sus garantías, también la pesificación de deudas en dólares estadounidenses y la declaración de sus intereses comerciales como «patrimonio cultural» para protegerlo de cualquier demand a financiera.
Durante los días de Néstor Kirchner consiguió enormes pautas publicitarias para sanear su contabilidad, y la ayuda imprescindible del Estado para ganarle una pulseada a Raúl Moneta, por un lado, y a Daniel Vila/José Luis Manzano por el otro, además de la ‘luz verde’ para apropiarse de Cablevisión y fusionarlo con Multicanal.
Durante los días de Mauricio Macri otra vez obtuvo prioridad en la asignación de presupuestos de la propaganda gubernamental, la posibilidad de quedarse con Nextel, la posibilidad de derrotar a la ambición de Telefónica en la oferta de Cuádruple Play, y la fusión que Kirchneer le había negado entre Telecom Argentina y Cablevisión. Ahora, ante una menor asignació n presupuestaria de la Nación sale a apropiarse de presupuestos públicos en todo el territorio nacional.
Esto no es un reproche de Urgente24 pero sí gatilla una pregunta: ¿Cuánto le cuesta a los contribuyentes argentinos financiar a Grupo Clarín? ¿Cuánto del gasto público se lleva Grupo Clarín, aún en medio del ajuste del FMI?