La suba de precios en los últimos 41 meses fue más de 65 puntos superior al aumento de precios en el período anterior: 199,5 por ciento en contraste a 134,1 por ciento, indica un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV).
“Pasados ya más de tres años de gestión, la inflación ha sido mayor a la heredada y las perspectivas de reducirla están cada vez más alejadas. Como agravante, las subas de precios registradas han sido principalmente en alimentos y bebidas. Como corolario, los sectores más vulnerables son los que más sufren por el alto costo de llevar un plato de comida a la mesa”, analiza el informe elaborado por el equipo de Economía UNDAV.
Acorde a los datos revelados por el INDEC, la variación de precios acumulada en el primer cuatrimestre del año ya alcanza el 15,6 por ciento, en la cual abril registró una inflación del orden de 3,4 por ciento, en contraste con un 2,7 por ciento del mismo mes de 2018.
Esto refleja una aceleración del índice inflacionario: hasta el momento, ningún dato mensual de 2019 fue menor al del mismo mes de 2018.
“Los saltos en los precios se combinan con caídas en la actividad económica, especialmente en la industria, ventas que se desploman, pérdidas de puestos de trabajo y aumento de la pobreza y la indigencia”, observa el estudio de la Universidad Nacional de Avellaneda.
La inflación interanual a abril de 2019 presenta una intensidad mayor en rubros esenciales para los hogares, especialmente para aquellos de menores ingresos, como los aumentos en transporte (+68 por ciento), en alimentos y bebidas (+66,2 por ciento), en salud (+58,7 por ciento), en equipamiento y mantenimiento del hogar (+58 por ciento) y en los ítems relativos a la comunicación (+57,8 por ciento).
A su vez, en los primeros meses de 2019, se registran mayores aumentos en educación (22,4 por ciento), nuevamente alimentos y bebidas no alcohólicas (18,7 por ciento), comunicaciones (17,3 por ciento), y vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (16,1 por ciento).
“En este contexto, los aumentos ya no están sólo gobernados por aumentos regulados, sino que verifican efectos de contagio entre los diferentes bienes y servicios de la economía. En este sentido, el análisis de la inflación núcleo pierde relevancia como otrora había intentado hacer el BCRA antes del colapso de 2018”, analiza el informe.
A su vez, esta realidad contrasta con el esquema de metas de inflación de 2016, que se proponía llegar a la fecha con un aumento de precios del orden del 71 por ciento: 129 puntos menos que lo finalmente verificado.