En el marco del debate a nivel local por la problemática de los callejeros, la médica veterinaria Gabriela Romero explicó que el cambio de actitud que pueda ser agresiva de un can suelto en las calles no es una certeza: “el carácter del perro está determinado por un montón de factores, entre ellos el medio ambiente”, determinó.
Romero indicó que “no es lo mismo criar un perro encerrado en un patio que todo el día en la calle o dentro de la casa, independientemente de la castración. Lo que sí puede que cambie es que al no tener las hormonas características de su género se vuelvan un poco más sedentarios o tengan menos ganas de salir”.
“El hecho de dejar de pelear a veces no se corrige con la castración, ojalá fuera tan sencillo. Siempre va a haber casos donde hay mejoría pero en general se construye el carácter según los factores que lo rodean”, señaló la Dra. al aire por FM La Petrolera 89.3 MHz.
En ese marco, indicó que la educación resulta fundamental: “si le das prerrogativas de dominancia, vas a tener un animal que en ese entorno, castrado o no, no va a cambiar. Por eso muchas veces cuando vos tenés un perro adulto de tres años que no tiene contacto con la gente y lo regalás, puede tranquilamente cambiar su carácter -para bien o para mal- según el comportamiento que adopte el nuevo dueño con él”, explicó.
Romero se refirió a las condiciones en que están los perros sueltos de Comodoro y manifestó que “la ‘ventaja’ que tenemos por el clima, las características o vaya a saber por qué razones, es que no tenemos areneros donde van a jugar los chicos, en los que puedan tener contacto con la materia fecal, en la que hay un montón de parásitos que se pueden transmitir”.
“El perro callejero no solamente trae problemas de que te puede morder, tener rabia o tétanos, también hay enfermedades de la orina porque viene el verano y la bacteria de la leptospira vive en los charcos, hay un montón de enfermedades transmisibles del animal a las personas por el perro suelto”, insistió.
Y agregó que “por más que sean súper mansitos, corren a los autos, a los ciclistas, a los motociclistas. A mí me pasa que me se me cruza un perro y yo freno, no solo son esos problemas sino que pueden provocar accidentes, porque el que viene detrás no sabe que se me cruzó un animal. Entonces, deben tener casa, hogar, patio; no se los puede soltar a la noche, eso tampoco está bien”.
“Me tocó atender animales que fueron atacados por otros animales que están sueltos y la gente se desliga, dice que a los chicos no les hace nada. O sea que tiene que morder a una criatura para que un propietario se haga responsable. Hay una cadena de cosas que están funcionando mal”, concluyó, al tiempo que aclaró que en la clínica donde trabaja ya no se realizan esterilizaciones caninas.
