Luego de que el presidente Alberto Fernández anunciara anoche la suspensión de la presencialidad en las escuelas del AMBA por dos semanas desde el 19 de abril, emitieron un comunicado en el que instaron a las autoridades a que “la suspensión de la presencialidad escolar sea durante el menor tiempo posible”.
La noticia de la suspensión de las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMNA) por dos semanas desde el próximo lunes 19 de abril tomó por sorpresa a más de uno, publica Infobae.
Desde los titulares de las carteras educativas nacional y porteña, que se habían manifestado en línea con sostener la presencialidad sobre la base de los bajísimos porcentajes de contagios detectados en el ámbito educativo, pasando por los padres y hasta los especialistas en Infectología que repitieron en varias oportunidades que “las escuelas son un lugar seguro”.
En línea con el asombro colectivo, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) en conjunto con Unicef emitieron este mediodía un comunicado en el que dejaron en claro que “la escuela es un lugar seguro y trabajar con niñas y niños no es un factor de riesgo”.
“Desde el comienzo del aislamiento social y la suspensión de las clases presenciales establecidas como consecuencia de la pandemia COVID 19, la Sociedad Argentina de Pediatría y Unicef monitoreamos con preocupación el impacto en niñas, niños y adolescentes -resalta el texto difundido a los medios-. La escuela es indispensable para su desarrollo y bienestar, para la adquisición de conocimientos y el fortalecimiento de aspectos psíquicos y sociales. Su ausencia genera graves consecuencias para su salud, tanto emocionales como físicas”.
Y tras asegurar que “la escuela además constituye un sitio seguro mientras sus padres, madres y cuidadores/as trabajan, contribuyendo así́ a la actividad económica de la sociedad”, los expertos remarcaron que “es una herramienta de equidad social indispensable, particularmente en los grupos sociales más vulnerables”.