El Indec dará a conocer en los próximos días el número de inflación de marzo, y el sector de indumentaria volverá a ser uno con los mayores aumentos. Qué se espera en el sector industrial
El Indec dará a conocer la semana próxima el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de marzo y el rubro indumentaria y calzado volverá a dar la nota. Como se trata del período de cambio de temporada, estacionalmente ambos rubros suben más que en otros meses, pero en el sector especulan con que la cifra respecto de febrero puede ser incluso mayor al 10,8% registrado en marzo del 2021 debido a que la inflación se ha ido acelerando en el último tiempo. En la medición interanual, el crecimiento oscilaría entre 65% y 70%, bastante más que el promedio del IPC, pero en línea con lo que subieron en un año rubros sin regulación o control.
De todos modos, los empresarios del sector -textiles y dueños de marcas- tienen preparada la defensa ante eventuales cuestionamientos del Gobierno. “Desde diciembre de 2016 hasta agosto del 2021, el aumento promedio de precios de la indumentaria estuvo por debajo del nivel general de precios de la economía. A partir de junio del año pasado, se empezó a revertir esta dinámica, y en enero y febrero del 2022 las subas de prendas y calzado fueron menores que el promedio”, dice un documento presentado por los economistas de la Fundación Pro Tejer en una reunión que mantuvieron la semana pasada. De todos modos, esos son meses de liquidación; los meses de mayor inflación en indumentaria son marzo y septiembre, con los cambios de estación.
Son varios los motivos que impulsan al alza el precio de las prendas textiles. En cuanto al costo de producción, trepó en torno a 55% en el último año y una de las razones fue la fuerte suba de los precios internacionales de las materias primas (fibras textiles).
Según el informe de Pro Tejer, al que accedió Infobae, en los últimos dos años, el algodón se encareció 108,5% en dólares; el poliéster, 44,7%; la viscosa, 58,1%; el nylon, 40,8%; y el acrílico, 47,9%. Hoy gran parte de estas fibras deben importarse porque se produce poco en la Argentina, en tanto que el algodón es un producto que se exporta, por lo que tiene valor dólar. Los salarios del sector crecieron en torno al 45% en el último año y también inciden fuertemente en el costo, ya que se trata de un rubro mano de obra intensiva.
Por otro lado, la mayor apertura comercial registrada durante el gobierno de Mauricio Macri sumada a la pandemia hicieron estragos en la oferta, por lo que hoy esa situación, sumada al comercio administrado y a la falta de dólares, presiona sobre los precios.
A su vez, luego las marcas de ropa tienen sus propios costos, como el financiero; el alto alquiler que pagan si están en los shoppings y en las principales avenidas porteñas; publicidad, marketing, diseño y salarios. Si hoy el costo de producción de una camisa para una marca de shopping gira en torno a los $4000, luego esa marca multiplica por cuatro para fijar su precio al público ($16.000), dijeron fuentes del sector textil.
“Los salarios del sector de los que cosen aumentaron 52% en 2021. Y las materias, 80%. Eso promedia 60%, que es lo que subieron las prendas en el último año”, explicó el presidente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), Claudio Drescher. Estos niveles de aumentos, que están en línea con los de muchos otros rubros que no están controlados por el Gobierno, no están impidiendo que la actividad repunte.
Según el industrial, tras haber sido uno de los tres sectores, junto con turismo y gastronomía, más castigados durante la pandemia, desde el 2021 se viene recuperando y los niveles de consumo ya se encuentran como en 2019. De todos modos, ése no había sido un año bueno para el sector, pero al menos reconocen una recuperación a los valores prepandemia.
Si hoy el costo de producción de una camisa para una marca de shopping gira en torno a los $4.000, luego esa marca multiplica por cuatro para fijar su precio al público
En el caso de los fabricantes de insumos (hilados, telas, etc), varios actores comentaron a Infobae que no dan abasto con la demanda y que algunos casos ya están en niveles del 2018. Los ayuda el crecimiento del consumo sumado a que la importación está muy restringida no sólo por una decisión del Gobierno sino fundamentalmente porque faltan divisas.
Acción Moda
Como gesto para ofrecerle a los consumidores algunas opciones de prendas más económicas, en el actual contexto inflacionario, el sector textil y de indumentaria le propuso al Gobierno implementar el programa “Acción Moda”, que consiste en que unas 90 marcas eligen 15 productos de su colección para vender con un descuento del 30%. A un mes de su lanzamiento, Drescher comentó que “el resultado fue muy exitoso” y que “esos artículos están teniendo picos de venta”. La cámara aún no tiene cifras concretas, pero el objetivo es que continúe por varios meses más y, posiblemente, también para la temporada primavera-verano.
También participan de este programa unos 50 fabricantes textiles, que harán su aporte -descuento a la marca- para la nueva colección, ya que la ropa de invierno que ahora se vende 30% más barata se produjo hace seis meses.
Consultado sobre la marcha del sector y los precios, el empresario Teddy Karagozian afirmó que “se vende todo lo que se fabrica” y hoy produce 70% más que en 2019. “Estamos trayendo máquinas, de a poco, para multiplicar por 10 la fabricación de medias y calzoncillos”, dice, eufórico, el dueño de TN & Platex. Y apuntó contra las marcas de ropa: “Los precios de la ropa son principalmente los que se miden en shopping. Y las marcas más importantes en los shopping durante muchos años dejaron de proveerse de confeccionistas argentinos e importaron con un dólar artificialmente bajo. Ese dólar destruyó mucho de la capacidad productiva del país y luego vino el Covid-19, que provocó que los pocos confeccionistas que quedaban, peruanos y bolivianos, se volvieran a sus países”, dijo el empresario.
Se vende todo lo que se fabrica y hoy produce 70% más que en 2019. Estamos trayendo máquinas, de a poco, para multiplicar por 10 la fabricación (Karagozian)
Y siguió: “Hoy las marcas dependen de poca confección, de una capacidad productiva del país deteriorada pero que está invirtiendo como nunca antes y de importación de productos. La falta de dólares hace difícil que puedan importar y no tienen mucha mercadería”, explicó Karagozian. El productor textil precisó además que los confeccionistas abastecen entonces a quienes les dieron trabajo durante los años de crisis y, al hacerlo, se producen dos mercados distintos: los de marcas con precios altos, que son el 3/5% de las ventas, y el de precios muy bajos, que es donde compra la gente y está demandada porque los precios son muy convenientes, sostuvo.
Además, agregó el industria que la problemática se agravó a partir del aumento del precio de las fibras textiles en el mundo y el costo del transporte, que para quienes importan se multiplicó por cinco.
En este contexto, el panorama hacia adelante no se presenta muy alentador. No se prevé una desaceleración de la inflación general, y menos aún en un sector con severas restricciones de oferta y presiones de costos en el mercado internacional.