La producción de petróleo creció un 2,1% durante 2018 y la de gas un 5,5%, ambos respecto a 2017 y si bien mantienen la tendencia alcista de los últimos años, la industria está bastante por debajo de su desempeño histórico a 10 y 20 años, de acuerdo a un informe del Instituto Argentino de la Energía (IAE).
La entidad que preside el ex secretario de Energía, Jorge Lapeña, reporta cada año los niveles de producción, reservas, pozos perforados; precios; subsidios y datos correspondientes al comercio exterior del petróleo y sus derivados del petróleo y gas natural.
El trabajo reveló que la producción total de petróleo en 2018 fue 28.404 Mm3, esto es 2,1% mayor a la registrada el año anterior, pero aclaró que en términos históricos la serie de producción se encuentra «en niveles muy bajos siendo 24,4% inferior a la del año 2008».
En consecuencia, la producción de crudo de Argentina en 2018 es similar a la del año 1991 y si bien el año pasado cerró con la producción en leve alza respecto al año 2017, se evidencia una declinación tendencial a lo largo de la última década.
Esta declinación productiva es de larga duración; comenzó en 1998, año en que la producción nacional petrolera alcanzó su máximo histórico con 49.148 Mm3 anuales, por lo cual la producción de 2018 es apenas el 57% de la de aquel año.
En el caso del gas natural, la producción aumentó en 2018 respecto al año anterior 5,5%, pero a la vez es un 6,8% inferior a la del año 2008, lo que refleja que en la última década la producción disminuyó a una tasa del 0,7% anual acumulativo.
En este caso se observa un cambio de tendencia a partir de 2014, año en que se inició un proceso de recuperación hasta el presente que se focaliza en la cuenca neuquina y particularmente en el gas no convencional de Vaca Muerta.
Al respecto, el trabajo difundido hoy por el IAE destacó que la producción de petróleo y gas natural no convencional en 2018 aumentó un 47% y 40,4% respectivamente en relación al año anterior, como lo viene haciendo de manera ininterrumpida en los últimos años.
En contraste continua la disminución de la producción de Petróleo y Gas de los yacimientos convencionales que representan el 87%% y 65% del total producido respectivamente.
En particular, la producción convencional de petróleo y gas cae 3,7% y 4,4% anual en promedio entre los años 2008 y 2018, y en particular la producción de petróleo convencional del año pasado resultó 32% inferior a 2008, mientras que la de gas 39,5% menor a la de aquel año.
El trabajo planteó que la baja producción nacional de hidrocarburos «se enmarca en un contexto de baja inversión en exploración de riesgo en las áreas convencionales, lo que se manifiesta claramente en una disminución de las reservas comprobadas, probables y posibles de petróleo y gas».
Las reservas comprobadas de petróleo en 2017 fueron 22,9% inferiores a las del año 2007, mientras que las de gas natural fueron 19,6% más bajas que las de aquel año.