Extraoficialmente se baraja la posibilidad de que las asambleas de delegados fijen el domingo para llevar adelante la primera medida de fuerza.
Los sindicatos petroleros se levantaron de la mesa paritaria con la amenaza de parar la producción de todos los yacimientos del país. La reacción fue contra la negativa de los representantes de las compañías del sector a compensar la pérdida del poder adquisitivo del salarial con la paritaria cerrada en abril del año pasado.
Extraoficialmente se baraja la posibilidad de que las asambleas de delegados fijen el domingo para llevar adelante la primera medida de fuerza. Las asambleas se desarrollarán entre el jueves y el viernes.
Los representantes de los trabajadores plantearon una compensación de casi 15 por ciento. Las empresas rechazaron ese planteo. Esgrimieron que algunas compañías del sector no tienen posibilidades económicas de afrontar una compensación de esa magnitud. Aseguraron que gran parte de las empresas vieron acotados sus márgenes de rentabilidad.
Participaron de la reunión los sindicalistas Guillermo Pereyra, de petroleros privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa; Jorge “Loma” Ávila, de Chubut, y José Llugdar, del Sindicato de Petroleros Jerárquicos de la Patagonia Austral. La representación patronal fue liderada por representantes de YPF, Pan American Energy (PAE) y Total.
Las negociaciones salariales de los trabajadores de los yacimientos comenzaron en marzo y se extendieron más de lo previsto por la distancia entre los términos de la oferta de los empresarios y la demanda de los sindicatos sentados a la mesa.
Los representantes de los trabajadores pidieron en primer término una compensación por la pérdida del poder adquisitivo del salario con la paritaria cerrada en abril del año pasado. Entre el 1° de abril y el 31 de marzo de este año, lapso de vigencia del acuerdo, los petroleros sumaron 40 por ciento de incremento salarial producto de varias instancias de negociación durante el año. En el mismo tiempo, la inflación registró un alza del 54,8 por ciento.
La negociación se trabó en esa discusión. No se llegó a confrontar la oferta y demanda del acuerdo que regirá hasta el 31 de marzo de 2019. Las petroleras tienen la intención de patear para más adelante esa discusión. Esgrimen que sus negocios están afectados por las turbulencias de la economía nacional.