La pandemia, el encierro y una nueva forma de acoso: la violencia de género digital

Más personas y por más tiempo interactúan en los espacios digitales de América Latina por la pandemia de covid-19, pese a la brecha en el área, lo que disparó la exposición a la violencia en…

domingo 22/11/2020 - 9:52
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Más personas y por más tiempo interactúan en los espacios digitales de América Latina por la pandemia de covid-19, pese a la brecha en el área, lo que disparó la exposición a la violencia en línea para el caso de las mujeres, según activistas y especialistas.

“Las formas de violencia estructurales aumentaron con esta situación y nos dimos cuenta del poder que estaban teniendo las tecnologías para perpetuarlas”, explicó a IPS Candy Rodríguez, que desde la capital de México trabaja en la iniciativa colectiva Acoso.online, que reúne a activistas también de Argentina, Brasil, Chile y Colombia, según publica en su portal A24.

Fundado en 2017, el grupo sin fines de lucro de cinco jóvenes se declara el primero de América Latina en brindar información acerca de la difusión de contenido íntimo sin consentimiento, el tipo de violencia digital de género más extendida en la región, donde países de avanzada como México ya legislaron en ese sentido.

“Las mujeres estaban siendo doblemente oprimidas: en el espacio físico y en el virtual… estar cerca de sus agresores y tener constantemente una vigilancia, no solo física sino virtual, las estaba llevando a enfrentar procesos más duros”, describió la comunicadora sobre la situación agravada por el confinamiento en buena parte de 2020.

La tecnoviolencia machista o violencia digital, en línea o ciberviolencia de género se refiere a los maltratos basados en esta condición a través de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Es un término en construcción del que se aportan nuevos elementos, maneras de enfrentarlo y se incorpora en algunos marcos legales.

Sin demonizar las tecnologías ni el ciberespacio, los grupos con este perfil en el continente promueven el uso responsable de estas herramientas, la alfabetización digital y la respuesta integral en busca de una web segura, cuando entidades internacionales mantienen la alerta del incremento de la violencia machista en la pandemia.

“Es importantísimo hablar en la región sobre difusión de contenido íntimo sin consentimiento porque es la forma de violencia digital que más afecta a las mujeres. Están también el ciberacoso y la ciberextorsión, pero nuestras sociedades estigmatizan mucho la sexualidad femenina”, puntualizó Rodríguez.

Para la activista, “necesitamos hablar de esto para romperlo, dar información sobre por qué no es malo el sexting (chat sexual), que es una expresión más de la sexualidad, para acabar con esta cadena de violencia que es la difusión de contenido íntimo sin consentimiento”.

Un ejemplo actual de la magnitud del fenómeno consiste en el llamado etnoporno, un tipo de explotación sexual de niñas y mujeres indígenas que crece en México. De maneras que incluyen hasta la extorsión, se obtienen imágenes y videos eróticos de esta franja vulnerable para compartirlos en Internet, redes sociales y en comercios.

Apenas existen estadísticas de este tipo de maltrato en la región del mundo más letal para las mujeres, pero el libro blanco al respecto de la Organización de Estados Americanos (OEA) subraya una mayor vulnerabilidad cuando se entrecruza además el origen étnico, la orientación sexual, identidad de género, idioma y discapacidad.

También remarca la situación de las defensoras de derechos, feministas y en la política.

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