Debido a la falta de estrenos, varios clásicos volvieron a estar entre las películas más vistas en los pocos autocines abiertos en los Estados Unidos.
La pandemia de coronavirus está obligando a los diferentes sectores de la industria a reinventarse. Por eso, volvieron a surgir los autocines, ya que las salas convencionales continúan cerradas en buena parte del planeta, recuerda TN. Con el impulso de este tipo de esparcimiento, viejas películas como Star Wars y Tiburón volvieron a ocupar lugares destacados entre lo más visto durante las semanas de verano en los Estados Unidos.
De acuerdo a información recopilada por la agencia AP, hay solo unos mil cines en los Estados Unidos abiertos -lo que representa un sexto del total del país- entre los cuales hay 300 autocines.
Leé TambiénDebido a la pandemia, una película de terror independiente igualó un récord de «Titanic»Debido a que los grandes estudios pospusieron las producciones mainstream para los próximos meses, muchas de estas salas pasaron películas que se estrenaron por fuera del circuito convencional. Pero otras fueron a lo seguro: el segundo fin de semana de julio Star Wars, Episodio V: El imperio contraataca volvió a ser número 1 cuatro décadas después de su estreno original.
Un camino parecido tomaron otros clásicos que volvieron a sumar recaudación a su tabla histórica de la taquilla como Los cazafantasmas, Día de la independencia, E.T. y Tiburón.
De acuerdo al informe de AP, que no cita oficiales sino reportes de fuentes de la industria, Jurassic Park lidera la lista del verano en ese país con más de 3 millones de dólares en tickets vendidos, una cifra bajísima en comparación a lo que se recauda en esta época.
El cierre de las salas llevó a muchos productores independientes a aprovechar los pocos cines abiertos y los autocines para promocionar sus trabajos. Es el caso de la productora IFC Films, que distribuyó el film de terror The Wretched, que se convirtió en lo más visto de los últimos meses: estuvo primera entre lo más visto entre mayo y juniodurante siete semanas y recaudó casi dos millones de dólares, con un presupuesto ínfimo de 100 mil dólares.
