Unos 22 ejemplares fueron hallados sin vida en varios parques de Zimbabue. El mes pasado, un hecho similar se registró en Botswana.
La masiva muerte de elefantes en distintas regiones de África preocupa y desconcierta a los especialistas de la región. La última semana, alrededor de 22 animales fueron encontrados sin vida en diversos parques de Zimbabue: nadie reconoce las causas de los decesos, publica Página12.
A los 12 elefantes encontrados hace algunos días en la Reserva Forestal Panda Masuie, se les sumaron cuatro más en la zona cercana de Woodlands Estate, y otros seis en el Parque Nacional Zambezi.
Una particularidad de estos casos es que los animales son encontrados con los colmillos intactos, una señal que descarta de manera automática que las muertes sean obra de los cazadores furtivos. Tinashe Farawo, vocero de los Parques Nacionales y la Autoridad de Gestión de la Vida Salvaje de Zimbabue, afirmó que los elefantes posiblemente hayan sido víctimas de una enfermedad bacteriana transmitida a través de algunos alimentos.
Por el momento, no hay precisiones sobre qué bacteria podría causar este fenómeno, aunque aseguran que es común que los animales coman cualquier tipo de hierbas, pasto y tierra del suelo en esta época ya que, cerca del verano, el alimento disponible empieza a escasear.
En ese sentido, Farawo explicó: «Los más jóvenes, que no llegan a las copas de los árboles, terminan comiendo cualquier cosa, y en algunos casos puede ser venenoso». La edad de los elefantes muertos oscila entre los 18 meses y los cinco o seis años.
El mes pasado, en Botswana, cientos de elefantes fueron encontrados sin vida. Ese país es el hogar de un tercio de la población de elefantes de África.
El especialista Niall McCann señaló que en el país del sur de África se observaron más de 350 cadáveres de elefantes en el Delta del Okavango. Los avistamientos comenzaron a darse desde principios de mayo y tampoco tienen explicación.
Según declaraciones de McCann a la BBC, los conservacionistas «vieron 169 en un vuelo de tres horas”, lo que consideraron como un hecho “extraordinario». Sin embargo, un mes después, «nuevas investigaciones identificaron muchos más cadáveres, lo que elevó el total a más de 350». «Esto no tiene precedente en cuanto a la cantidad de elefantes que mueren en un solo evento no relacionado con la sequía», aseguró.