Luego de la detención de Marcelo Corazza, exparticipante y actual productor de Gran Hermano, una versión circuló muy fuerte en las redes sociales que afectó a toda la familia de Julieta Poggio, una de las finalistas del reality.
En el programa Invasores de la TV por América, dejaron entrever que, tras las investigaciones correspondientes, habrían hallado en el celular del exganador de GH varias fotos íntimas de la participante, a quién presuntamente retrató tras los vidrios.
Esta información preocupó tanto a televidentes como a la familia Poggio, y su madre Patricia Destefani, rompió el silencio en las redes sociales para explicar algunas cuestiones sobre el tema. Desde la producción, le desmintieron el rumor.
“Nos aseguraron que Marcelo nunca tuvo acceso a la casa. Nosotros vamos a tomar medidas y recaudos, vamos a averiguar. Mientras tanto, solo son trascendidos. Los programas inventan un montón de cosas”, sostuvo en un video subido a sus historias de Instagram.
Y sumó: “Vamos a esperar, ya estamos charlando con un abogado. No vamos a hacer que esto opaque la felicidad de saber que Juli está donde quiere estar y que lo logró por sus propios medios y porque le puso muchas ganas, deseo y amor».
El rumor pegó muy fuerte, ya que hace tiempo atrás, justamente la propia Julieta les había contado a sus compañeros que una persona le había tirado besos desde el otro lado del vidrio, además de distinguir un flash con el que le sacaron fotos.
“Estaba en la habitación, escucho un ruido y veo que había un celular pegado al vidrio. Entonces, como noto que nos estábamos mirando a los ojos, tipo contacto visual, me hacen ‘chuik’”, había detallado Poggio.