El presidente de YPF, Pablo González, valoró la discusión por el nuevo régimen de promoción para los hidrocarburos. Dio su mirada sobre Vaca Muerta, el Plan Gas.Ar y el potencial de los convencionales. Despejó dudas sobre los precios de los combustibles.
Pablo González asumió la presidencia de YPF en febrero. Un santacruceño con larga trayectoria política en su provincia natal y conocedor del sector hidrocarburífero -como vicegobernador fue parte de las discusiones por la política energética.
Le toca liderar la mayor compañía de petróleo y gas del país, nada menos que en plena pandemia del COVID-19, pero con la ventaja de tener como recurso estratégico los bloques en Vaca Muerta y el despliegue de profesionales que están haciendo rejuvenecer yacimientos en la Cuenca del Golfo San Jorge con la recuperación terciaria.
En esta entrevista exclusiva con +e, González habló de las perspectivas que tiene YPF para 2021, de Vaca Muerta, de los combustibles y de la nueva ley de promoción petrolera que trabaja el gobierno nacional con las provincias.
–A nivel industria, ¿la continuidad de la pandemia involucrará una disminución de la actividad? ¿O es posible levantar cabeza este año?
La evolución de la pandemia es algo muy difícil de establecer, pero lo que estamos viendo a nivel mundial es una recuperación de la demanda de energía a medida que las economías comienzan a retomar cierto ritmo de crecimiento. Ahora, nosotros tenemos la obligación como empresa de generar la energía necesaria para el desarrollo del país. Por eso, y a pesar del escenario de pandemia, anunciamos un ambicioso plan de inversiones de u$s 2700 millones, de los cuales el 80% será destinado a la producción de gas y petróleo, que si no lo generamos localmente lo tenemos que importar. Ese es nuestro desafío. En este marco, vamos a trabajar tanto en el convencional como el no convencional. Como vos sabés, el convencional es el sostén de nuestra producción, ya que casi el 60% de lo que nosotros producimos proviene de yacimientos con muchos años de actividad y en donde estamos logrando muy buenos resultados a partir de la secundaria y la terciaria. El no convencional le aporta crecimiento y futuro a la compañía, y estamos hoy a niveles muy competitivos a escala mundial. Con este plan, tenemos el objetivo de dar vuelta la tendencia de caída de producción que mostró YPF en los últimos años y comenzar una senda de crecimiento sostenido de inversiones, actividad y producción.
–¿Cuál fue el impacto de los piquetes a los accesos de los yacimientos neuquinos en abril para YPF?
Los cortes impactaron en la planificación que teníamos, especialmente en el desarrollo de los proyectos de gas, pero estamos haciendo todo lo posible para recuperar esos tiempos y poder cumplir con los compromisos asumidos. Quiero destacar el enorme esfuerzo que se hizo durante esos días para mantener la actividad en forma segura y sostener el abastecimiento de combustibles, que se convirtió en una situación crítica para la región. Desde YPF modificamos todo nuestro esquema logístico para poder llegar con nuestros combustibles desde distintos puntos del país. Además, en YPF tomamos la decisión de que no podíamos afectar a los trabajadores petroleros por estos cortes, por esa razón los acompañamos durante el conflicto y fuimos los primeros en reconocerles los días que no trabajaron. Y ya cerramos el acuerdo paritario con todos los petroleros del país, lo que nos da tranquilidad y previsibilidad para seguir desarrollando nuestra actividad sin conflictos graves por delante. Con este panorama, todos nuestros esfuerzos van a estar puestos en recuperar el tiempo perdido, cumplir con los compromisos asumidos en el Plan Gas y generar la energía que el país necesita.
–¿Qué puede hacer YPF con el gas para colaborar con el Gobierno nacional y minimizar el impacto de las importaciones?
El objetivo es aumentar la producción de gas en forma sustentable. Veníamos de una situación compleja generada por ciertas regulaciones del macrismo, como fue la Resolución 46. Pero en este Plan Gas, YPF fue la empresa que más ofertó y vamos a cumplir con ese compromiso de 21 millones de metros cúbicos por día que asumimos. Eso implica una inversión de u$s 600 millones. También estamos analizando qué proyectos podemos financiar con los recursos que se generan por el Aporte Solidario a las Grandes Riquezas, que un 25% se destina vía IEASA (Integración Energética Argentina) a la producción de gas. Para adelante, porque esa situación no se resuelve en el corto plazo, tenemos que seguir trabajando para abrir mercados internacionales y lograr colocar el gas que no se consume en los meses valle del verano en la región. De esa manera, vamos a poder darles sustento a los proyectos de gas durante los 12 meses del año e ir equilibrando la balanza energética.
–En el primer trimestre hicieron 34 pozos horizontales en Vaca Muerta. ¿Cuál es la visión que YPF en sus proyectos en la roca de esquisto?
En Vaca Muerta estamos en niveles de eficiencia muy altos y comparables con los mejores desarrollos de los Estados Unidos. Lo que mencionás de los 34 pozos horizontales, o las 139 etapas de fractura en un trimestre, muestran cómo hemos acelerado el desarrollo en el no convencional. Y eso tiene su reflejo en la baja del costo del desarrollo, que alcanzó un promedio de $10,2 por barril de petróleo equivalente en el primer trimestre de este año, un 14% menos respecto del mismo período del año anterior. Y también en la producción, en el primer trimestre alcanzamos los 43.000 barriles diarios en el núcleo integrado por Loma Campana, Bandurria Sur y La Amarga Chica, lo que constituye un récord para la compañía. En 2021, vamos a invertir u$s 1500 millones y estimamos un crecimiento de la producción del 56% en crudo y del 70% en gas no convencional. Específicamente, en Loma Campana, Bandurria Sur y La Amarga Chica vamos a invertir u$s 500 millones y tenemos planificado desarrollar 90 pozos nuevos. Y en gas no convencional, este año invertiremos unos u$s 600 millones en Aguada La Arena, Aguada Pichana Este y Oeste, La Calera, La Ribera I y Rincón del Mangrullo. Este año pensamos seguir trabajando con las eficiencias. Consideramos que todavía queda trabajo por hacer para bajar nuestros costos, hacernos más competitivos y seguir atrayendo inversiones a Vaca Muerta, que demostró ser de clase mundial.
–¿Qué opinión y aporte tiene con respecto a la ley de inversiones petroleras que anunció el presidente Alberto Fernández y que se encuentra en discusión?
Es un proyecto clave para el sector. Necesitamos una norma que atraiga inversiones, que genere las condiciones para que los grandes jugadores internacionales vengan a invertir en el país. Tenemos que garantizar el acceso al mercado de cambios y recrear las condiciones de un marco jurídico estable. El proyecto es amplio, no es solo para Vaca Muerta, sino que genera las condiciones para favorecer el desarrollo de todas las cuencas, e incluso avanza en determinados aspectos de la comercialización de combustibles, como puede ser la cuestión impositiva. Estamos trabajando todos los actores en ese proyecto. Quiero destacar a las provincias productoras que son las dueñas del recurso que, a través de la Ofephi (Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos), deben tener un rol activo en este debate.
–¿Cómo está la situación financiera de la compañía después de los canjes? ¿Puede decirse que se atravesarán algunos años de alivio?
YPF mostró muy buenos resultados en el primer trimestre del año. La compañía viene saliendo de una situación muy compleja que se generó durante los cuatro años de la gestión anterior, en donde la producción de YPF cayó, las inversiones bajaron y subió el endeudamiento. A esto se sumó la pandemia de COVID-19, que golpeó duramente al sector energético, especialmente por la falta de movilidad. En abril de 2020 la venta de combustibles cayó un 70%, y a un año todavía no se recuperaron los volúmenes de venta a niveles de prepandemia. Pero logramos mejorar sensiblemente la situación financiera de la compañía, con un 17% más de ingresos lo que nos permitió multiplicar por cuatro el EBITDA ajustado de la compañía. Además, la deuda alcanzó niveles que no mostraba desde 2015. Esos recursos son los que podemos destinar ahora a la producción, a generar más actividad y trabajo en todas las cuencas en donde operamos.
Naftas: las últimas subas equilibraron el financiamiento
Este año, los combustibles de YPF, y por consecuencia los de todas las banderas, tuvieron incrementos por diversos motivos. El descongelamiento después de la cuarentena estricta provocó actualizaciones, luego ajustes por el corte de biocombustibles y de impuestos.
En marzo, el presidente de la compañía, Pablo González, y el CEO, Sergio Affronti, anunciaron que habría un incremento escalonado en tres tramos para actualizar las pizarras de los surtidores.
“Cuando anunciamos un ambicioso plan de inversiones, informamos que se financiaría, entre otras fuentes, con un aumento total del 18% en los combustibles, que contiene un 3% de ICL”, explicó González en diálogo con +e.
“Con esos aumentos que ya aplicamos, los combustibles aumentaron este año un 28,1% por debajo de la inflación estimada en el Presupuesto Nacional”, expresó.
“Además, logramos equilibrar las necesidades de financiamiento de YPF con las inversiones necesarias para que el país tenga el petróleo y el gas que necesita. La alternativa, como ya lo comenté, es la importación, y ahí los precios son los internacionales”, apuntó González.
Convencionales: así seguirá la apuesta en los campos maduros
Manantiales Behr tiene más de 90 años de explotación, un yacimiento en el sur de Chubut que pareciera que fue descubierto hace poco por su producción. ¿La explicación? Un plan de desarrollo masivo de recuperación mejorada de petróleo (EOR, por sus siglas en inglés).
“Manantiales Behr y sus resultados son el reflejo de lo que podemos lograr con el convencional mejorando la secundaria y sumándole la recuperación terciaria. Es el futuro del convencional, y esos yacimientos con muchos años de producción todavía pueden aportarle un valioso recurso a YPF”, indicó González a +e. En los próximos meses, YPF extenderá la inyección de polímeros a El Trébol en Chubut, y Cañadón León y Los Perales en la provincia de Santa Cruz.
“Casi el 60% de la producción de YPF proviene del convencional y de esos campos maduros -subrayó el titular de la compañía controlada por el Estado nacional-. No hay razones para diferenciar a los proyectos por si son convencionales o no convencionales. Lo importante es que la compañía pueda desarrollar proyectos en donde obtenga buenos resultados en forma sustentable”.