En medio del avance en la causa que investiga a Alberto Fernández por violencia de género, la Justicia resolvió que Fabiola Yañez se quedará con un porcentaje de la jubilación de privilegio del expresidente. Si bien la ex primera dama, había solicitado que se le embargara el total de los haberes jubilatorios, finalmente podrá acceder al 30%.
De acuerdo al documento al que tuvo acceso TN, el Juzgado Civil N°102 decidió que “el demandado, Alberto Ángel Fernández, deberá pagar a favor de su hijo Francisco Fernández Yañez, el equivalente al treinta por ciento (30%)” de su jubilación, un importe que “deberá retenerse en forma mensual y depositarse dentro del tercer día de cada liquidación”.
De esta manera, a Fabiola le correspondería una suma actual de 3 millones de pesos, ya que el exmandatario cobró $10.000.630 netos por su jubilación de privilegio en septiembre de 2024. Con este dinero, la ex primera dama podría cubrir el alquiler, las expensas, la cuota del jardín de su hijo y el transporte.
Anteriormente, Yañez había advertido que Fernández no pagó la cuota alimentaria durante dos meses, hecho por el cual ella decidió solicitar el embargo total de sus haberes jubilatorios para cubrir las necesidades del menor.
Por su parte, el expresidente afirmó que la plata que usaba para pagar la manutención provenía de su contrato con la universidad en España, pero dejó de enviar el monto cuando empezó la discusión sobre una posible denuncia por violencia de género, la cual finalmente se efectivizó.
En paralelo, en relación a la causa que investiga a Alberto por violencia de género contra Fabiola, la Justicia escuchó este jueves el testimonio dela madre de la ex primera dama, Miriam Verónica Yañez.
La mujer declaró durante varias horas y aseguró haber sido testigo de los hechos de maltrato físico y verbal que su hija denunció. “Él conoció una chica sana, limpia y la convirtió en un despojo humano”, expresó.
Asimismo, la testigo se refirió a los golpes que Yañez mostró en fotos: “Yo sabía lo que era, el médico sabía lo que era, todos sabía lo que era, pero se callaban”. A su vez, remarcó que “Alberto no aceptaba que Fabiola ya lo había dejado” y que su hija “quería irse de la Quinta antes del 10 de diciembre, pero no se lo permitieron. Hasta que nos subimos al avión para irnos a España”.