La insólita explicación de un hombre que robaba zapatos usados de mujer por fetiche: “Cuando el olor desaparece el valor muere”

Lo detuvieron por segunda vez en Japón, después de que irrumpiera en hogares de ancianos, un hospital dental y una institución médica. La policía de Murakami, en Nigata, Japón, detuvo a un hombre por el delito de robo…

viernes 02/07/2021 - 12:36
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Lo detuvieron por segunda vez en Japón, después de que irrumpiera en hogares de ancianos, un hospital dental y una institución médica.

La policía de Murakami, en NigataJapón, detuvo a un hombre por el delito de robo y presentaron ante la prensa un botín bastante inusual: 139 pares de zapatos de enfermera gastados, zapatos de tacón alto y sandalias, todos cuidadosamente colocados sobre una gran lona azul. Tsunehito Isobe, un oficinista de 47 años, ya es conocido por tener el extraño fetiche por los zapatos usados de mujer .

El mismo hombre había sido arrestado por exactamente el mismo delito siete años antes, cuando la policía confiscó su colección de 200 pares.

En 2014 Tsunehito Isobe fue detenido por el mismo delito luego de robar un par de zapatos de enfermera de una farmacia (Foto: Policía del distrito de Nishi de la ciudad de Niigata).

“Me interesan los zapatos que usan las mujeres desde que era niño”

El 2 de marzo, Isobe entró ilegalmente en una tienda en Murakami y robó un par de sandalias valoradas en 500 yenes. Previo a ello la tienda en cuestión instaló un sistema de cámaras de seguridad después de experimentar otros robos.

Las imágenes de la cámara llevaron al arresto de Isobe y en el allanamiento de su casa encontraron su colección. Fue procesado nueve días después. “Me interesan los zapatos que usan las mujeres desde que era niño”, le dijo a la policía al admitir las acusaciones.

Durante la última investigación, la policía encontró 139 pares de zapatos, 77 de los cuales eran de enfermera, cuidadosamente guardados en cajas de cartón, colocados debajo de su cama y dentro de un armario.

La policía también encontró un traje de enfermera blanco con un nombre marcado en el cuello, un suéter negro y dos pares de medias. “Robé aproximadamente la mitad”, declaró Isobe, “y el resto lo compré por internet y en tiendas de segunda mano. Llevo varios años robando“.

Su fetiche lo llevó a cometer los ilícitos

Isobe admitió las acusaciones y alegó que no obtiene el mismo resultado con los zapatos nuevos. “Lo hice para satisfacer mi deseo sexual. El olor es un punto importante”.

Cuando el olor desaparece de los zapatos con el tiempo, el valor muere”, dijo Isobe a la policía.

Entre 2009 y principios de mayo, el sospechoso apuntó a cinco lugares en los que realizó los robos, incluido un hogar de ancianos, un hospital dental y una institución médica. Los delitos ocurrieron mientras los miembros del personal tomaban descansos.

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