Luego de 30 años, la inflación traspasó la barrera simbólica de los tres dígitos. El aumento de precios de los alimentos y precios regulados-incluyendo los servicios públicos- generó que el índice de precios al consumidor (IPC) marcó 6,6% en febrero y superó el 100% en la medición interanual. Los expertos anticipan que este mes se acelerará.
El incremento anual fue de 102,5%. Se trata de la variación más elevada desde septiembre de 1991 (115%) meses después de que se lanzara la convertibilidad con el objetivo de dejar atrás dos episodios de hiperinflación en la Argentina. Febrero de 2022, en cambio, había mostrado avances anuales de 52,3%, la mitad de lo que refleja actualmente, publica La Nación.
En el primer bimestre, el IPC del Indec acumula ya un alza de 13,1%, mientras que la inflación núcleo -que no contempla precios regulados ni estacionales- mostró un avance de 7,7%. En enero la llamada “core” había sido de 5,4%. Los precios de los alimentos -impulsados principalmente por la carne, que tiene un fuerte peso en el índice- subieron un 9,8%.
El último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que hace el Banco Central (BCRA), los analistas habían estimado una inflación mensual de 6,1% para el mes pasado y una para todo el año de 99,9% interanual. Pero quienes mejor habían pronosticado esa variable en el corto plazo esperaban 6,2% para febrero y 102,9% para 2023.
Los participantes del REM revisaron las previsiones para los períodos siguientes: ubicaron la inflación en 81,7% para 2024 y en 53,8% para 2025.
Fuentes oficiales habían anticipado la semana pasada que el Ministerio de Economía, según el relevamiento que hace la Secretaría de Programación Económica, trabajaba con un número para febrero de entre 5,8% y 6,2%. En esa misma oficina, luego del dato de enero, habían dado de baja la posibilidad de que, en abril, la inflación comenzara con un tres adelante.
En enero, la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, había celebrado que la inflación no llegara a los tres dígitos al cierre de 2022. Sin embargo, ya ese mes, el incremento de precios para los más pobres -las canastas básica total y alimentaria- superaban con creces esa variación anual. “El primer objetivo que se planteó el ministro Sergio Massa cuando asumió fue que la inflación a final de año no llegara a tres dígitos, tal como estaban pronosticando algunas consultoras y los medios de comunicación. También que se planteara la reducción de un dígito cada 75 días. Entendemos que ese objetivo se está cumpliendo”, había asegurado Cerruti entonces.
Además, el FMI flexibilizó las metas de acumulación de reservas -sobre todo en el primer trimestre- por el impacto de la sequía en las reservas y aseguró que desembolsará US$5400 millones a fines de este mes. Por otra parte, pidió al ministro seguir manteniendo tasas de interés positivas, pese a que en Economía advertían que, por ahora, el Banco Central (BCRA) no estaría dispuesto a volver a elevar los tipos de interés pese a la aceleración inflacionaria. Massa trabaja con un sendero de precios y una canasta congelada con varios sectores de la economía, entre ellos, los de consumo masivo. El mes pasado, lanzó además “Precios Justos Carne” como consecuencia de la aceleración de los valores mayoristas en Cañuelas.